Hace 10 años | Por m4t1t0 a lacolumnata.es
Publicado hace 10 años por m4t1t0 a lacolumnata.es

La clase queda vacía. Abro las ventanas para que se disipe el olor a humanidad. Huele a tigre en celo, como diría mi padre, que también se curtió por más de cuarenta años en escuelas públicas. Es lo que tiene trabajar en salas abarrotadas de seres humanos que oscilan entre la pubertad y adolescencia, con la revolución hormonal y psicológica que conlleva.

Comentarios

D

Un artículo que en una página dice mucho más que lo que Wert (o cualquier otro ministro) dirá en todos sus años al frente del Ministerio.

chapulina

#5 Esos estuvieron en la escuela cuando eran pequeños, pero coger una tiza y dar clase ni hoy, mi hace 10, 20 ó 30 años. Por eso todas las reformas educativas que se han hecho o se hagan con gente así, están alejadas de la realidad y necesidades educativas.

D

Excelente texto.

noexisto

#1 triste realidad la del profesorado.

D

#2 Pero mucho peor lo tienen los chavales.

Mark_

#2 Si, así como es triste pasarse muchos años estudiando rodeado de profesores inútiles que sabiéndose cómodos en sus puestos, enseñan como enseñan y hacen perder el interés a los alumnos. Yo he tenido profesores que han mantenido el mismo método de enseñanza durante más de 20 años y no lo han modificado ni un poco "porque a mi me gusta así", y punto. Profesores que no saben manejar ni un puñetero ordenador con Guadalinex para poner tres tonterías en clase y que no todo sea sentarse, abrir un libro y volcar el contenido en clase sin más.

A mi durante la ESO me gustaba muchísimo la química, me encantaba formular hasta que topé con un profesor nefasto que aburría hasta a los caracoles y se me quitaron todas las ganas.

También influye muchísimo el penoso sistema educativo occidental, que se limita a enseñarle a todo el mundo lo mismo sin tener en cuenta qué le gusta a los críos realmente. ¿Porqué si a mi no me gustaba la asignatura de Tecnología tenía que darla por cojones? ¿Porque si a mi me gustaba leer, no me dejaban leer los libros que A MI me gustaban, mucho mejores que los que nos obligaban a leer en clase? Lo más "libertino" que hicieron fue darnos la opción de leer cinco libros durante el año, o leernos El Quijote. Yo al año puedo leerme dos o tres libros al mes, o ninguno si en ese momento no me apetece.

¿No cuenta para nada la opinión de los alumnos? ¿Tan tontos les/nos consideran como para ni siquiera tener en cuenta sus intereses, sus gustos, sus habilidades y sus capacidades? No hablo ya de una educación individual y personalizada, sino de ADAPTACIÓN, de que ambas partes sepan escuchar. Este año, ya a mi edad, ha sido el único que hablando con profesores, director y padres hemos conseguido cambiar ligeramente el contenido de alguna asignatura y la forma de impartirla, y costó sangre, sudor y lágrimas pero valió la pena.

¿De verdad es todo tan difícil cuando se trata de fomentar la EDUCACIÓN?

PD: También he tenido profesores increíbles que sabían hacer de una lección un auténtico mundo interesante, curioso y divertido, profesores que a sus sesenta años se han sentado en sus casas a aprender a manejar un iPad para poner el Google Earth en clase y orientarnos mejor en algunas ocasiones, o profesores que para mantenerse en contacto con sus alumnos se compran un móvil baratito con WhatsApp y crean un grupo con los delegados o uno de correo, e incluso aprenden a usar Google+! Asi que no me valen las excusas.

ktzar

Muy buen artículo, con alguna manía rara de redacción pero con un buen hilo y un buen chorro de realidad.