El objeto inamovible y la fuerza imparable (Todología aplicada 4)
El profesor ocupaba su rincón habitual en la cafetería tras una taza humeante tronchándose con un periódico entre las manos como si leyera un Mortadelo.
-Pero que subnor…
-Profesor, disculpe- Una alumna le interrumpió con un algo titubeante.
-Las tutorías son los jueves.
-Hoy es jueves- replicó confundida.
-¿Hoy es…?- Volvió el periódico para mirar la portada, acto seguido dio un rápido vistazo al reloj y carraspeó un poco:
-Ya, jueves. Pero ni éste es el horario de tutoría ni estoy en mi despacho, ¿qué quieres?
-Verá, es que tengo una duda que me está quitando el sueño últimamente y…
-¿Por qué no vuelan las gallinas?
-¿Gallinas? No, es que…- dudó por un momento de la cordura del viejo.
-Pues entonces es mejor pensar que sí te quiere.
-Profesor, no es......
Pánico irracional
Empezó como una leve molestia. Como una etiqueta inoportuna en una prenda de ropa o una piedrecita juguetona que se te cuela en el zapato. Algo en un principio nimio que acaba por centrar toda tu atención: el número pi es irracional. También el número e. Incluso la razón áurea. ¡La razón áurea, por dios! Irracional. ¿Qué clase de razón puede ser esa?
Al principio era una mera displicencia estética pero terminó convirtiéndose en un pérfido desasosiego. Primero insomnio, temblores, sudor frío, falta de apetito, cambios bruscos de humor. Después entumecimiento, cefaleas, migrañas y siempre la perversa irracionalidad decimal como desencadenante de tales síntomas.
Decidí consultar mi problema con un profesional. Le expuse ese malestar ante los números irracionales. Y con los......