El 49,7% de la población activa española supera los 45 años, y es un récord de la serie histórica, que arranca en 2002, cuando la tasa era 20 puntos inferior. Las empresas no contratan a seniors, pero tampoco encuentran a jóvenes para ocupar sus puestos, y es algo que afectan a todos los sectores. La inmigración fracasa a la hora de revertir la tendencia, la edad media de los extranjeros también crece, a un ritmo incluso superior al de los nacionales, además el perfil profesional del inmigrante es diferente, y no encaja en todos los sectores.