Contaminación, subsidencia, falta de agua y tráfico. A Teherán se le acumulan los problemas y ante ello el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha llamado a levantar una nueva capital en la costa del sur, una propuesta muy criticada por ser considerada “inviable”. El último censo del 2015 situó su población en 12 millones de habitantes, pero las estimaciones la colocan ahora en unos 18 millones. También existen dudas de si mover la administración del país solucionaría los problemas de Teherán, además de la defensa de una capital cerca del mar.