Lo conocí en una discusión sobre física cuántica y feminismo en un hilo que iba, en teoría, sobre el nuevo rediseño de la web. Su nick era algo entre un chiste informático y una referencia a Blade Runner. Me habló primero en privado para corregirme una errata —claro— y acabamos chateando semanas enteras sobre cosas que no contaré aquí porque quiero que sigáis teniendo erecciones cuando penséis en él.
Nos vimos en una quedada improbable, entre birras calientes y camisetas negras con frases sarcásticas. Era feo con encanto, como si la inteligencia mal gestionada se le hubiera quedado atrapada en las cejas. No tenía cara de malo pero me miraba de una forma... como si estuviera escaneando algo más que mi escote. Nos caímos bien, raro en estos tiempos. Raro en Menéame.
Esa noche me llevó a su casa y, antes de cerrar la puerta, me dijo: «Me calientas como un bug en producción». Me reí. A carcajadas. Y me lo follé. Bueno, más bien, me lo fui comiendo. Era mi plan: quería devolverle el favor de haberme hecho sentir lista y deseada a la vez.
Pero pronto algo cambió. La forma en que me sujetó la cabeza. El gesto rápido, seco, como quien configura una variable sin preguntar. No me dolió al principio. Lo tomé como entusiasmo, como nervios. Pero cuando la mano se volvió ancla y la polla se quiso volver puño, entendí lo que pasaba. No quería placer. Quería poder.
Me quité, lo miré y le dije, no sin ternura: «No es lo mismo saborear un coño como si fuera un poema de Kavafis que metérsela a alguien en la tráquea como si quisieras borrar el silencio». Él se rió, incómodo. Me preguntó si no me gustaba el sexo duro. Y le contesté, con la garganta aún ardiendo: «Lo que no me gusta es que creas que follar es algo que se hace contra alguien».
No hubo bronca. Tampoco segunda parte. Se quedó pensativo, como si acabara de entender que los puntos negativos no solo se votan, también se sienten.
Me fui, deseándole sinceramente que algún día alguien le comiera el alma con la boca, no con los dientes. Porque el erotismo no está en la fuerza, sino en el temblor. Y eso, amigo meneante, no se aprende en los comentarios destacados.
Donald Trump nos tiene acostumbrados a comunicados extraños, frases incoherentes, diatribas inexplicables, pero su más reciente post, en Truth Social obviamente, en el que se queja de que la gente le preste atención a todo lo relacionado con Jeffrey Epstein es tan delirante que merece ser puesto en toda su gloriosa extensión. Helo aquí:
¿Qué está pasando con mis "chicos" y, en algunos casos, "chicas"? ¡Están yendo a por la Fiscal General Pam Bondi, que está haciendo un TRABAJO FANTÁSTICO! Estamos en el mismo equipo, MAGA, y no me gusta lo que ocurre. Tenemos una Administración PERFECTA, LA COMIDILLA DEL MUNDO, y "gente egoísta" está intentando hacerle daño a cuenta de un tío que no se muere, Jeffrey Epstein. Durante años todo ha sido sobre Jeffrey Epstein. ¿Por qué estamos dando publicidad a archivos escritos por Obama, la Chunga Hillary, Comey, Brennan, y los Perdedores y Criminales de la Administración Biden, que timaron al mundo con el bulo de Rusia, Rusia, Rusia, 51 agentes de "inteligencia", EL PORTÁTIL INFERNAL y más? Ellos crearon los archivos de Epstein igual que crearon el FALSO dossier Hillary Clinton/ Christopher Steele que usaron contra mí, y ahora mis supuestos "amigos" se lo están poniendo en bandeja. ¿Por qué estos lunáticos de Izquierda Radical no publicaron los archivos de Epstein? Si hubiese CUALQUIER COSA ahí que pudiese dañar al movimiento MAGA, ¿por qué no lo usaron? Ni siquiera desisten con los archivos de JFK o MLK Jr. Da igual cuánto éxito hayamos tenido asegurando la Frontera, deportando Criminales, arreglando la Economía, Dominio Energético, un Mundo más Seguro donde Irán no tendrá Armas Nucleares, nunca es suficiente para algunos. Estamos a punto de lograr más en 6 meses que ninguna Administración en 100 años, y todavía tenemos mucho que hacer. Estamos salvando nuestro país, VOLVIENDO A HACER GRANDE A AMÉRICA, que seguirá siendo nuestra PRIORIDAD absoluta. ¡La Izquierda está estallando! Kash Patel y el FBI tienen que centrarse en investigar el Fraude Electoral, la Corrupción Política, a ActBlue, las Elecciones Amañadas y Robadas de 2020 en vez de pasarse meses mirando a nada más que los Documentos sobre Jeffrey Epstein. ¡DEJAD QUE PAM BONDI HAGA SU TRABAJO - ES BUENÍSIMA! Las Elecciones Amañadas y Robadas de 2020, e intentaron hacer lo mismo en 2024 - eso es lo que está investigando como FG, y mucho más. Hace un año nuestro país estaba MUERTO, y ahora es el país "MÁS A TOPE" a nivel Mundial. Mantengámoslo así y no perdamos Tiempo y Esfuerzo en Jeffrey Epstein, alguien que no le importa a nadie. ¡Gracias por vuestra atención!
El uso de mayúsculas inexplicables tanto iniciales como de palabras completas está así en el original. Considerando además la peculiar sintaxis, y falta de separación de párrafos, podemos concluir que esto lo escribió el propio presidente.
Pongo la tele y veo lo que pasa en Torre Pacheco:
grupos organizados armados con cuchillos, palos y barras de hierro
población aterrorizada
destrucción de mobiliario urbano
grupos atacando a la policía con piedras, cohetes y botellas
una ideología política respaldando y animando a la violencia
y me digo ya está aquí la kale borroka otra vez, el terrorismo de baja intensidad que tan duramente fue perseguido por el estado cuando afectaba a otro tiempo y a otro lugar, a otra situación política.
Desde que la revolución francesa entronizo a la diosa razón, el estado democrático se ha esforzado en presentarse como el mejor de los sistemas políticos posibles, como un remanso de ecuanimidad, de proporcionalidad y de juego limpio.
Pero es un espejismo, una visión idílica creada por la propaganda, porque en realidad todo se basa en la arbitrariedad mas palmaria, a poco que rasques en la superficie aparecen las desigualdades, a poco que apliques el análisis comparativo aparecen las diferencias de trato según sean los protagonistas de los hechos comparados, lo que en un caso es terrorismo, el máximo delito, en otros se trata de incidentes lamentables.
Mientras en unos casos la condena es total y sin matices por parte de los medios y de los políticos. de todos, en otros la cosa tiene muchos ingredientes complejos y hay que dar la voz a todas las partes.
En El Economista están que se salen en lo que es cometer errores matemáticos en sus informaciones. El último directamente lo han sacado en la portada: es el típico error de que si A es un tanto por ciento menor que B, entonces B no es el mismo tanto por ciento mayor que A. Madrid tiene un 63% menos de firmas públicas que Cataluña (103/277=0,37), pero Cataluña tiene un 169% mas de firmas públicas que Madrid (277/103=2,69).
Apenas queda nada de lo que antes se llamaba conciencia de clase obrera. Es más, muy pocos se ven como "obreros", en todo caso "trabajadores". Es lo que somos la gran mayoría, pero tampoco tenemos marcada esa identidad ni nos sentimos parte de una misma clase trabajadora. ¿Por qué ocurre esto?
Hace unos días, en una entrada sobre por qué pagamos impuestos, comentaba sobre el individualismo egoísta difundido en las últimas décadas con las ideas neoliberales, en oposición al concepto de sociedad. Con ese egoísmo algunos defienden no pagar impuestos, ya que se ahorrarían un pico de sus ingresos, pero no entienden cuánto les costaría que no existiese nada de lo que pagamos con ellos.
El individualismo egoísta nos ha impregnado a todos, al menos en parte, aunque no nos demos cuenta. Se han desdibujado ideas que formaban parte del debate público, como sociedad o bien común. Y con ellas se han perdido los conceptos de unidad y clase social.
Sin esos conceptos no podemos tener identidad de clase. Y sin ésta no es posible la lucha de clases. Por eso Thatcher y toda la derecha neoliberal niegan el concepto de sociedad.
El individualista no pelea por su clase, únicamente por sí mismo, por eso se queda solo. No es como las kellys o los reponedores del super, por supuesto. Ni siquiera como los trabajadores de otras categorías en su empresa. Le importa lo suyo. Si otros hacen huelga, le molesta. Si por una vez él quiere huelga, los demás son insolidarios por no defender SUS intereses. No existe la clase porque no entiende lo común, sólo existe el YO, individual y egoísta.
Curiosamente, con otras identidades no hay problema. Nuestro amigo trabaja, pero también es un inversor: tiene 27 acciones del Santander y 400€ en un fondo. El banco le envía cartas explicando lo que conviene a inversores como él. Y lo tiene claro, lo que le viene bien, individualmente, es que bajen los impuestos a los beneficios del capital... aunque no haya un instituto público en 20km a la redonda y tenga que pagar las cuotas "voluntarias" de un concertado para sus hijos.
Quizá nos reconozcamos en alguna de las cosas que menciono. No somos conscientes de hasta que punto es omnipresente ese individualismo egoísta. Y tenemos que unirlo al otro gran éxito de las últimas décadas: todos somos clase media, por lo que tampoco tiene sentido la lucha de clases. Ya sabes, el frutero de la esquina es de clase media e inversor, como Amancio Ortega y como tú, que eres administrativo, pero la funcionaria del DNI es una privilegiada...
Mucha gente que se considera de izquierda piensa así. Y a menudo culpan a otros identitarismos de la falta de conciencia de clase. En especial a identidades feministas o de género, pero sorprendentemente nunca a identidades nacionalistas, liberales o anticomunistas, por ejemplo. Ni a otras, bendecidas por el capitalismo y de las que también podría alegarse que desmovilizan políticamente, como ser gamer, futbolero, trekkie, o cualquier otra cosa que "somos".
Pero es absurdo. Ser feminista no impide sentirse de clase trabajadora, como tampoco ser un gamer. Es más, la llamada izquierda identitaria es de los pocos colectivos que están dispuestos a movilizarse, a diferencia del individualista inversor patriótico, que cuesta horrores sacarle del sofá y prefiere culpar de su salario ridículo al gobierno en lugar de a su empresa, que lleva varios años en record de beneficios por las subidas de precios. Esto puedes verlo en cualquier manifestación pro-derechos laborales o servicios públicos: buena parte de los que están son los mismos que acuden a manifestaciones pro-derechos LGTB+ o feministas. Ellos sí se movilizan.
Quizá por eso la derecha odia tanto a la izquierda identitaria. En esa izquierda hay gente que entiende lo que significa unidad y defensa de lo común, no actúan sólo como individuos egoístas, y por eso son de los pocos a los que aún les queda algo de conciencia de clase.
Hace tan solo un par de semanas, Santiago Abascal amenazó al programa "Malas Lenguas" de RTVE tras una pregunta de la reportera Esther Yáñez. twitter.com/MalasLenguasLa2/status/1938606451703919002
Hoy, esa misma periodista está siendo acosada por la extrema derecha mientras intenta informar desde Torre Pacheco:
twitter.com/riojaberon/status/1945184929232359913
twitter.com/remerikos/status/1945184409612652632
twitter.com/_Juan__A/status/1945193620455190821
twitter.com/SER_Murcia/status/1945185056785371278
Le lanzan agua, la rodean, la hostigan y la obligan a alejarse mientras la persiguen al grito de "zorra", "cerda", "asquerosa", "fuera de aquí"... a coro con "Pedro Sánchez, hijo de puta".
Policía Nacional y Guardia Civil escoltaban a Vito Quiles:
twitter.com/La_SER/status/1945189048437350730
Así, con todo.
Unos señalan.
Otros hacen su parte.
menéame