«La droga es una inyección de muerte que mantiene al cuerpo en un estado de emergencia. Cuando el suministro se corta, las reacciones de emergencia continúan. Las sensaciones se agudizan, el adicto tiene conciencia del funcionamiento de sus vísceras hasta un punto que resulta incómodo, el peristaltismo y las secreciones son incontrolables. Independientemente de su edad, el adicto que se está desintoxicando puede caer en los excesos emotivos de un niño o un adolescente».
William Burroughs