Hace 5 años | Por cenbpalencia a miseshispano.org
Publicado hace 5 años por cenbpalencia a miseshispano.org

No me preocupa la inteligencia artificial, me aterroriza la estupidez humana. El debate que necesitamos tener acerca de la tecnología y su papel en la sociedad se usa para engañar a los ciudadanos y atemorizarlos sobre el futuro, para que acepten someternos a políticos que no pueden protegernos

Comentarios

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Un profeta quejándose de profetas.
La tasa de robotización de Korea o Japón no se tiene que comparar con la de Japón, se tiene que comparar con la del mundo porque los coches japoneses se venden en todo el mundo (estamos haciendo predicciones mundiales)
Donde se pone una fábrica con robots se puede crear trabajo, pero igual lo "quita" en otro continente.

OIGA_USTÉ

#1 Me quedo con lo de "un profeta quejándose de otros profetas". Está muy bien resumido ahí el dilema.
Los ingenieros, como expertos tecnófilos, profetas del progreso, salvaguardas de la creatividad humana y del desarrollo económico, mesías del Dios científico, podrían perfectamente asumir alimentar a toda la humanidad, a partir de la tierra de un florero.
Asumen, desde una falsa dicotomía bastante exitosa, que los robots no quitan trabajo pero los políticos sí. Como si los asuntos económicos y técnicos estuvieran desligados de las decisiones del reparto de poder y de su gestión, como si no hubiera nada que tener en cuenta ni discutir, salvo aquello que permita acelerar la maquinaria social que devora metales, minerales y seres vivos cada vez más rápido, hacía una especie de huída hacia adelante, intentando reparar o meterle un turbo a un coche sobrexplotado que no le vendría bien un descanso.

En realidad, no sabría ni por donde empezar a comentar este artículo.
La automatización, o más allá: el perfeccionamiento tecnológico, claro que destruye trabajos y construye otros. Pero la pregunta está de que forma lo hace. El tractor o el ordenador que ahorra 20 o 50 trabajadores cada uno, generará otros puestos de trabajo que se necesiten, pero ni la misma tipología de trabajo ni para los mismos trabajadores.

Que la tecnología quite o cree nuevos puestos de trabajo realmente es de lo menos relevante. Lo preocupante es no concebir que las sociedades humanas se están metiendo de lleno, en una espiral competitiva por el crecimiento económico de la que es difícil salir, y en la que la tecnología actúa como fuerza centrifugadora entre otras fuerzas. Marx ya señalaba las crisis cíclicas de sobreproducción del capitalismo, pero eso no exclusiva de dicho sistema, sino de cualquier sociedad productivista.

Artok

Cómo si fuera malo que se destruya el empleo. Currar como un cabrón es un asco. Lo que se destruiría es la manera de ganarnos el pan. Pan hay para todos, ya sería únicamente redistribuirlo de otra manera y... que curren los robots!

sangaroth

#2 El factor trabajo como necesidad para la supervivencia en un sistema donde los medios de producción están en pocas manos es un mecanismo de poder, ya que crea una relación desigual entre los participantes de dicho juego.
La robotización lleva a la población a ser prescindibles y verse como aportadores de no-valor y por tanto 'parasitos' del sistema (mentalidad de esos 'individuos') . Controlando los medios de comunicación puedes controlar la generación de opinión durante una buena temporada, pero a la larga cuando los excluidos no tengan nada que perder pueden ser un problema.
Una RBU puede ser peligrosa para ellos, ya que en el fondo es una perdida de 'poder' de influencia en esa población (sin miedo al 'mercado' y su puesto de trabajo y futuro), dudo mucho que les interese fomentarlo, aunque tal vez si si lo hacen bajo una forma condiciona al 'mercado' (mantener el miedo por supeditarse a que el mercado esté contento)
No tengo ni idea como evolucionará el tema pero con esto quiero decir que la soluciones que se proyecten estarán siempre condicionadas por las estructuras de poder existentes y sus intereses particulares.

OIGA_USTÉ

#3 Yo considero que una RBU al uso, también puede ser beneficiosa para mantener las actuales estructuras de poder. Más que nada porque puede utilizarse como una herramienta de negociación y por tanto de control del estado para el resto de la población, que poco a poco se puede ir acostumbrando a tener básicamente una vida subvencionada con la única exigencia de convertirse en un consumidor, puesto que el trabajo productivo cada vez estará concentrada en menos manos. Dicho así, cuando la clase trabajadora sea menos trabajadora... ¿hacia donde se dirigirán sus exigencias? ¿exigirán más o se volverán AÚN más conformistas?

OIGA_USTÉ

Cómo no, un apóstol del Dios de la Ciencia y el Progreso, diciéndonos que para resolver todos los problemas humanos, lo único que hace falta es rezarle su divinidad. No deja de ser un rancio positivista en pleno siglo XXI.