Publicado hace 12 años por --226074-- a comunicacionextendida.com

Sabiendo que las ideas nuevas no siempre son bien admitidas y con lo caro que es investigar… puede que sea juicioso invertir primero en hacer publicidad de una innovación y comprobar sus efectos. No hemos inventado la rueda, esto no son ni más ni menos que los estudios de mercado. Lo peligroso, es que se utilicen también para decidir qué se investiga, porque en este punto se habrá retorcido el concepto de Ciencia hasta prostituirla en el más estricto sentido de la palabra.

Comentarios

D

Desgraciadamente es algo cada vez más cierto y peligroso.

D

#1 Yo pensé lo mismo... incluso para que te aprueben un pequeño estudio parece que se busca el 'Retorno de la Inversión'... aunque no estoy seguro de que eso debiera ser lo que guíe la ciencia...

D

#2 Evidentemente, creo yo, no debería ser eso lo que guíe la ciencia, que no sólo debe ser rentable económica o políticamente a corto plazo (parece que todo se investiga de cuatro en cuatro años y es muy complicado pensar a largo plazo, al menos en ciertas áreas). Hay conceptos como el de tema de interés prioritario a la hora de conceder proyectos, contratos etc. que son peligrosísimos para la ciencia por que son ¿de interés prioritario para quién? Desde luego no para quienes realizan la investigación que son, se supone, los expertos. En todo caso, lo que conlleva es que se pierda demasiado tiempo "vendiendo la moto", y es un problema que, tengo la impresión, se está agravando y aún más al fomentar la colaboración universidad-empresa privada, muy positiva a simple vista, pero que puede collevar efectos muy negativos (por ejemplo que las ciencias humanas y sociales salgán, si eso es posible, aún más perjudicadas).

D

Totalmente de acuerdo. La colaboración universidad-empresa hace que la universidad sirva para sacar profesionales útiles a la empresa, no a la sociedad. Y la empresa es esa cosa que en virtud del libre mercado, se puede llevar los puestos de trabajo a otro país una vez que las condiciones varían.