Pues si, parece ser que existe un bosque de secuoyas en Cantabria (Monte Cabezón) protegido por las leyes conservacionistas de aquella comunidad. Según comentan en la Wikipedia, los árboles se plantaron en la década de 1940 (autarquía franquista post-conflicto) para reducir en la medida de lo posible la importación de esta madera desde los Estados Unidos. ¡Toda una curiosidad exótica (o aberración ecológica) en nuestra vecindad!
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