Un ladrillo de tres horas y media repleto de errores de ritmo, sin paréntesis, con solo un par de momentos para el recuerdo y una sorpresa final que impacta por la novedad pero no por su significado. Así han sido los Goya 2025: la gala más larga que 'The Brutalist' que podría haberse resumido en un mail.
|
etiquetas: goya , gala