Hace 3 años | Por dick_laurence
Publicado hace 3 años por dick_laurence

Comentarios

Waskachu

Esto no es más que la ilustración de la diferencia entre una verdad ontológica y una verdad epistemológica y cómo un tercero puede aproximar la verdad epistemológica llamando a ambos objetos "agua". En este caso, llamar agua a ambos objetos sería una verdad epistemológica para un tercer sujeto que conociera ambas tierras. Pero para cada uno de los sujetos, por separado, sin conocimiento uno del otro, llamar a este objeto "agua" sería una verdad ontológica (y epistemológica).

Creo que se ve claramente el alcance de las verdades epistemológicas, que no son más que verdades racionales, relacionadas con el lenguaje y los sujetos.

dick_laurence

#1 #2 #3 #4 #5 Gracias a todos.

Yo lo veo de la siguiente forma: para un tercer sujeto, ahora nosotros, el "agua" y el "agua gemela" no son sinónimos, ya que no refieren a la misma extensión singular una vez conocida su diferencia química: nosotros sabemos que “agua” refiere a H20 y que “agua gemela” refiere a XYZ. Ya solo conocida esta diferencia se justifica un diferente significado, tanto que si se nos preguntara qué es el agua en uno y otro planeta tendríamos que presentar una diferente descripción. Resulta así que la extensión singular de un término que haga referencia a algo natural no está determinada por el concepto que el hablante individual posea en la mente, sino por lo que la cosa misma sea. Diferentes extensiones singulares, externas al sujeto, resultan en diferentes significados. El significado de un objeto natural incorpora una dimensión externa al sujeto.

Pero como el experimento muestra, el hablante no siempre conoce al completo la extensión singular de un término, y sin embargo por esto no deja de tener un significado para este. Puede darse el caso que lo conocido por dos hablantes sobre cierto objeto sea lo mismo, aun su extensión singular sea diferente; en el caso que tratamos, tanto lo que Óscar como su gemelo conocen de aquello que llaman “agua” es una misma intensión; mismo atributos fenoménicos que los objetos en cuestión desarrolla en la realidad: ambos hierven a 100º, se congelan a 0º, se presentan en tres estados, incoloros, "se beben"
(como indica@Alexfighter ), etc... ¿Justificaría un mismo conocimiento sobre un objeto la afirmación de que el significado depende de los estados mentales de los sujetos? Desde luego que no parece existir ninguna diferencia de lo que agua significa para Óscar y su gemelo.

Ante esto Putnam argumentará la diferencia entre concepto y significado: los significados no son conceptos, ya que no siempre existe una adecuación entre lo que nosotros conocemos (conceptualización) y la naturaleza de las cosas (aquí entra el asunto del conocimiento epistemológico contra conocimiento ontológico quewaskachuwaskachu bien traía a término). En tanto exista información que aún no conocemos sobre un objeto, lo que nuestros conceptos puedan alcanzar pudiera ser incompleto, pero lo que ellos signifiquen para nosotros no. Conocer el significado de un objeto no es tener un concepto completo y correcto de este. ¿Qué es por tanto un significado? Bueno, Putnam diría que conocer el paradigma o estereotipo, el conjunto de creencias convencionales que se adscriben socialmente a un objeto determinado, añadiendo así también una dimensión social y externa al sujeto para el significado, aunque esto ya es otro asunto...

Espero haberme explicado...

dick_laurence

#7 Pues sí, es muchas veces lo que pasa. No sé si llegaste a leer mi comentario #6 que escribí hace unos minutos, tiene relación con lo que dices...

dick_laurence

#9 Gracias. Yo tengo aún pendiente (en esa interminable lista que todos tenemos) algunos libros de Putnam. El ejemplo que pones de las cartas no lo conocía, aunque creo que sigue orbitando alrededor de la cuestión de concepto y significado (que por no hacer este mensaje más largo me remito al mensaje #6 que dejé aquí en comentarios). Otro experimento mental de Putnam muy relacionado con el de las cartas:

Una persona aprende de memoria una pequeña historia en japonés a base de oírla en unas grabaciones, pero sin entender ni tener ni idea de japonés. Memoriza los sonidos perfectamente, tanto es así que repite mentalmente las oraciones de tal manera que si un experto japonés pudiera escuchar la mente de esta persona repitiendo la historia, lo que escucharía sería un perfecto japonés... Esta persona posee ciertos objetos mentales, pero no entiende el japonés. Y si embargo el telépata entendió lo que esta persona pensaba... ¿El lenguaje es un sistema de signos que representan conceptos e ideas independientes de esos signos (visión clásica del lenguaje), o más bien el signo es anterior y necesario para la existencia del concepto?, ¿acaso se pueden realizar abstracciones de la realidad sin que estas queden fijadas en un signo?...

A ver si otro día saco un rato y también escribo un artículíllo sobre este experimento...

Idomeneo

¿afirmaría usted entonces que el significado de la palabra “agua” es el mismo para los dos?

El significado no sé, pero la mejor traducción si fuera un texto literario seguramente sí.
Esto me recuerda una historia sobre la traducción de la Biblia al klingon:

El profesor Proechel, de la Universidad de Minnessotta, ha abandonado el grupo que está traduciendo la Biblia al klingon, lengua de una ‘ficticia’ raza alienígena que aparece en la serie televisiva “Star Trek”. Se han vendido un cuarto de millón de ejemplares del Diccionario Klingon.
La razón que ha motivado la decisión del citado experto es la siguiente: “Dado que el klingon, lengua guerrera, carece de palabras como perdón o misericordia, y en su planeta original no existen corderos, los especialistas del grupo traductor se enfrentaron al terrible dilema de cómo transcribir “cordero” para que los klingon -que no existen- pudieran hacerse una idea correcta del sedoso animal. Mientras que el citado profesor Proechel abogaba por emplear el término “targh”, que corresponde a un animal feo, porcino y feroz, los demás miembros del comité preferían una perífrasis que viene a significar “pequeño animal de granja” como… las gallinas, las ocas, los conejos, las vacas, los caballos…, animales todos parecidos al cordero, como bien sabemos. Dicho grupo de traductores está integrado por diez investigadores dirigidos por un teólogo. ¡Ah, oh, ah! ¡Ya estamos salvados, pues todos los teólogos mantienen contacto directo con el planeta Klingon y, además, están iluminados por la omnisciente sabiduría divina! Se calcula que tardarán cinco años en completar su magna tarea y, para ello, contarán con el impagable apoyo de un grupo de estudio de la Biblia luterana. Amén.


Fuente: http://www.bolinf.es/wp/el-hebdomadario-vengador-anno-ii-n%C2%BA-sexto-empirico/

A

Agua sería "eso que se bebe" en ambos planetas y para todo el mundo. Luego cuando se descubriera la composición, en un sitio la definición científica hablaría del hidrógeno y el oxígeno, y en el otro del xidrógeno y el yxígeno. Pero igualmente seguiría siendo "eso que se bebe".

Vamos, para mí sería como escribir el mismo idioma en caracteres latinos o cirílicos: muchos elementos (letras) son iguales, otras no, pero estás diciendo lo mismo. Y mira que a mí me gusta ser literalista y, si yo conociera ambas cosas, es decir, si el hidrógeno y el xidrógeno formaran parte de la misma realidad, yo defendería a muerte encontrar un término diferente para cada sustancia...

ContinuumST

¿Y no es mal fácil algo como...? Lo que es el agua gemela para nosotros es "peróxidato de clorificato" (inventado) y nuestra agua para los gemelos es "dishidrato de oxigenato" (inventado).

maria1988

Me encanta Hilary Putnam. En uno de sus libros (no recuerdo si La trenza de tres cabos o Sentido, sinsentido y los sentidos) escribe sobre los conceptos de "igual" e "indistinguible". ¿Si dos cosas son completamente indistinguibles, entonces las podemos considerar iguales? Su respuesta es que no. El argumento es que la igualdad es una propiedad transitiva (si A=B y B=C entonces A=C), mientras que la indistinguibilidad no lo es. Para demostrarlo, propone el siguiente ejemplo:

Supongamos que tenemos varias cartas, todas ellas iguales. Tenemos también un cubo de tinta blanca y uno de tinta roja. La primera de las cartas, la pintamos de blanco. Seguidamente, echamos una gota de tinta roja en el cubo blanco y pintamos la segunda carta, luego otra gota más y pintamos la tercera, y así sucesivamente. Ya que la diferencia de color es mínima, cada carta será indistinguible de la carta que ha sido pintada inmediatamente después de ella, pero ¿son iguales? Pues bien, no lo son, puesto que si cogemos la primera carta y la carta número n, para un n suficientemente grande, podremos apreciar una clara diferencia de color.

johel

Simplificando;
Si usted tiene cambiados los colores rojo y verde en su cerebro desde su nacimiento, lo rojo lo ve verde y lo verde lo ve rojo. Y en el colegio le enseñan que su "verde" responde al nombre de "rojo" ¿Podra alguien notar alguna vez la diferencia?

JAVIER_RUIZ_LA_ROSA

El agua es igual para ambos pues:

1) el cerebro físico humano no busca la verdad sino la supervivencia.
2) la lógica, como producto de supervivencia, es la manifestación de la relación entre el yo/cerebro y lo demás, en busca de reducción de incertidumbre y maximización de existencia (supervivencia,reproducción,trascendencia).
3) Todo, incluido matemáticas, objetos, personas, alma, son meros conceptos o division de la realidad en partes inventadas.
4) nada es permanente ni tiene esencia propia sino que todo es interdependiente y cambiante.
5) que dos personas digan agua de algo distinto indica que es mero concepto o también "tu y yo nos entendemos al decir agua pues este sonido/palabra, sabemos que no hay ningún agua que tenga esencia fija y estable"

Y así con todo.