La celebración de los Juegos Olímpicos en China trajo un sinfín de protestas por parte de Amnistía Internacional y otros grupos defensores de los derechos humanos; estos alegaban que la fiesta más incluyente del deporte no podía suceder en un país donde los derechos humanos eran violados a diario. En este contexto, la siguiente justa olímpica comienza también a empañarse. Se trata de la presión ejercida por PETA contra el gobierno de Canadá para frenar la matanza de focas. Los juegos de invierno se celebrarán el próximo año en Vancouver.
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