Lo que la cadena de supermercados Tesco anunció como un gran éxito de su política medioambiental (que 5.000 toneladas de carne en mal estado servirían para generar electricidad) parece no haber sentado tan bien a los vegetarianos, horrorizados al saber que la energía que consumían en sus casas procedía de la matanza de animales. La asociación vegetariana VIVA denunció que no sólo se están matando más animales de los necesarios, sino que encima obligan a consumirlos a quienes creían no estar contribuyendo a esa matanza. [ENG]
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