Alemania, Francia y Reino Unido están preocupados por sus economías, el clima es secundario, hay que gastar más en seguridad militar no seguridad medioambiental.
Ursula von der Leyen y su politburo europeo han decidido que es más importante intentar rescatar a la prepotente industria del automóvil que el futuro de los nacidos europeos,de los que tanto se preocupa su moral cristiana cuando son un óvulo fecundado.