Hace 11 años | Por AgustinPrieto a youtube.com
Publicado hace 11 años por AgustinPrieto a youtube.com

Razones por las que hoy 26N Dr Juan Casado Flores, Jefe de Servicio de Pediatria de Hospital Niño Jesus, Dr Jesus Argente Catedrático y director Dpto Pediatria de la UAM y Jefe de servicio de Pediatria,Dra Gloria G. Mardones, Jefa Servicio Diagnóstico por Imagen,Dra Mercedes Álvarez, medico adjunto servicio Cirugía Pediatrica del Hospital Niño Jesus y Dra Mónica García Gómez Médico Adjunto Servicio de Anestesia Hospital 12 de Octubre dan sus razones para adherirse a la huelga indefinida de Medicos a partir del 26 de Noviembre de 2012 en Madrid

Comentarios

auroraboreal

Extraido del libro El Caso Leganés de Luis Montes y Oriol Güell.
Ed Aguilar. 15/10/2008

XV

No me gusta el cariz que está tomando la sanidad pública en los últimos años. Basta con ver el lenguaje que utilizan los políticos. Antes a los enfermos les llamaban pacientes, luego usuarios y ahora frecuentadores. Lo próximo será llamarles parásitos. Es una filosofía del lenguaje que desvirtúa totalmente lo que es la esencia del
sistema, el concepto de servicio público. Con el término frecuentador ya va implícito que el ciudadano es un abusador, que se aprovecha del sistema.
A veces tengo la sensación de que España sufre una especie de síndrome de nuevo rico, en el que el bienestar material nos ha hecho olvidar la esencia y la importancia de lo que tenemos. Hay tres cosas que son pilares fundamentales e irrenunciables de nuestra sociedad: la sanidad, la educación y el sistema de pensiones. La garantía de que, nazcas en la Moraleja o en el barrio más deprimido de la ciudad más pobre, te van a educar de niño, te van a cuidar cuando estés enfermo y vas a tener un mínimo de ingresos cuando seas mayor. Tú harás lo que quieras con tu vida. Querrás ser rico o hacer lo que te gusta y no tener un duro. Tendrás más o menos suerte. Heredarás un palacio o una caja de zapatos. Pero, pase lo que pase, que nunca sabes lo que puede ser, hay un mínimo que tú y los que te rodean tienen garantizado.
El otro modelo es Estados Unidos, donde tú, madre de familia de una familia trabajadora, te levantas una mañana y te encuentras un bulto en el pecho. Vas al médico y te dice que sí, que tienes un nódulo. La consulta vale 125 dólares. Te explica que seguramente es un quiste sin importancia, pero que para estar tranquilos lo mejor es hacerte una mamo grafía, que vale 500 o 600 dólares. Si éste tiene signos de calcificación, que son el 80 por ciento, hay que tomarte una muestra de los tejidos para mandarla a Anatonúa Patológica, 1.500 dólares más. Resulta que es cáncer. Hay que extirparte el pecho y la operación te sale por 35.000 dólares. Si es un infiltrante,
hay que ampliar la cirugía para limpiar la axila, 10.000 más. Lo mejor es hacer unas sesiones de quimioterapia para quedarnos más tranquilos, por si algún ganglio también está afectado; 50.000 dólares más. Te ha quedado una cicatriz horrorosa, pero ni te planteas la mínima reconstrucción porque te saldría por otros 60.000 dólares.
El médico saca la calculadora y empieza a sumar: 100.000 dólares. Te pregunta: ¿Usted cuánto puede pagar? ¿Tiene seguro médico? Contestas que claro que tienes uno. Vas a la mutua a ver qué te cubre. Tenías un seguro muy bueno que pagaba la empresa, pero hace ocho años los jefes dijeron que con la última crisis ya no podía seguir haciendo frente a ese coste. Pero que no te preocuparas que te iban a subir el sueldo para que te pagaras uno. En la empresa de tu marido pasó lo mismo. Un seguro igual que el que pagaba la empresa para los dos y los tres niños salía por 1.800 dólares al mes. Lo contratasteis, pero cinco años después ya valía 2.400 dólares. Además el mayor empezó la universidad, había que pagar la matrícula, que vale 18.000 dólares, y os quedasteis con otro seguro un poco peor, pero que costaba la mitad.
En la mutua resulta que no habías avisado de que tenías antecedentes familiares, o de que sufres una especie extraña de tumor, y sólo te cubre hasta la mamografía. Faltan por pagar 98.000 dólares. ¿Qué hacemos?, le preguntas a tu marido. Echáis mano de los ahorros, pero no llega. Al niño no lo podemos sacar de la facultad,
y la mediana empieza el año que viene. Bueno, no pasa nada, hipotecamos la casa y en un par o tres de años nos recuperamos. Además a tu marido le ascienden y tú puedes trabajar los fines de semana.
Habéis decidido que esto no os puede volver a pasar y queréis contratar un seguro bueno de verdad. ¿Un seguro para toda la familia? Muy bien, te dice la comercial de la aseguradora. Te empieza a preguntar cosas. ¿Alguno de vosotros ha tenido cáncer en los últimos cinco años? ¡Huy!, te dice al ver tu cara. Lo siento, no te podemos ayudar. Vas a todas las compañías y con tus antecedentes ninguna os asegura a todos por menos de 7.000 dólares al mes. No puede ser, te dices. La única solución es que a ellos, que sí les aceptan, tengan el seguro bueno y yo me quedo con el que tenía.
Te pasas un año con ansiedad, pero al final parece que todo empieza a ir mejor y ya pensáis en liquidar parte de la hipoteca. Incluso en ahorrar para hacer la cirugía reparadora del pecho. Pero una mañana, dos años después y al salir de la ducha, al lado de la cicatriz que aún no soportas mirar, notas un bulto en el otro pecho.
Vuelta a empezar, pero todo mucho más caro, porque ahora hay que hacer muchas más sesiones de quimio. Ya no puedes pagar la universidad de los niños y no se puede rehipotecar la casa. Hay que venderla, comprar otra mucho más barata y con lo que sobra pagar el tratamiento . Vuelves a tener ansiedad . Te mata la culpabilidad por no poder pagar una buena educación a los niños. Y a tu marido no le gusta el nuevo barrio. De hecho, a ti tampoco. Empiezan
las peleas, los reproches. Caes en una depresión ...
Sólo en el hospital de Leganés cada año atendemos entre 50 y 100 mujeres como ésta. Entre 50 y 100 familias que Estados Unidos van a la ruina o viven esta pesadilla. Aquí, con todos los problemas que tienen nuestros hospitales, esta misma familia sólo tiene que preocuparse en dar todo el cariño y el apoyo a la mujer. Y ella en cuidarse y restablecerse lo antes posible.
Yo no puedo pensar en otra cosa que no sea en la equidad y la universalidad de la sanidad pública. Los que creemos en ella la queremos porque nos parece lo más justo. Es la gran contribución que Europa ha hecho y para comprobarlo sólo hay que mirar las vueltas que están dando en Estados Unidos desde hace años para conseguir un seguro de salud universal.
En España, como en tantas otras cosas, desarrollamos tarde un sistema público solvente y eficaz. Y ahora que lo tenemos me parece una gravísima irresponsabilidad ponerlo en peligro. Porque eso es lo que se está haciendo con muchas de las medidas adoptadas en los últimos años.
Para fortalecer la sanidad pública sólo hay que hacer dos cosas: gestionar bien y planificar mejor. Gestionar y planificar. Sólo hay que hacer estas dos cosas, pero hay que seguirlas a rajatabla y al que se mueva un milímetro de la línea le destituimos o le metemos en la cárcel. Hay que gestionar y planificar bien para garantizar la sos-
tenibilidad del sistema, porque nos la estamos jugando, estamos a punto de entrar en un proceso que va a ser irreversible y luego miraremos atrás y soñaremos con volver adonde estamos ahora.
En la Comunidad de Madrid, que es la que más conozco, se está planificando y gestionando fatal. En la gestión, en lugar de buscar y desarrollar nuevas y mejores herramientas, se está tirando hacia una privatización que es una estocada contra la sanidad pública.

D

El comentario #3 debería estar enmarcado en todas las paradas de autobús de toda España.

entamoeba

#4 challenge accepted!!
Imprimiendo unos cuantos .......

t

#3 Crack!! Que razón!!

jonolulu

Pues al de barbas y sus secuaces no, desde luego

D

Revisa tus tildes.