#4:
Anda, si resulta que pedir la erradicación de los toros también es una antigua tradición ®
Acabamos de empatar el argumento de base de los taurinos
#2:
No sé si alguien lo desconoce, pero en pleno s. XIX hubo en las Cortes Generales (en las de España) enconadísimos debates en torno a la cuestión taurina y se suscitó en diversas ocasiones la posibilidad de prohibir esta tortura. Buena parte de la sociedad española del s. XIX y de sus representantes políticos consideraba que era una tradición salvaje, despiadada y desfasada. Sí, sí, siglo XIX.
Ya saben Uds. Como los cangrejos.
#6:
Os recomiendo encarecidamente la lectura del artículo de la wikipedia sobre "antitaurino", a más de uno le abrirá los ojos, pego un fragmento:
Las críticas a este tipo de eventos con animales se remontan a la antigüedad romana, con las diatribas de moralistas como Cicerón contra los espectáculos de circo con fieras. A ellas siguieron las críticas de los primeros escritores cristianos y canonistas a las llamadas venationes, como Prudencio, Casiodoro, San Agustín o San Juan Crisóstomo, que en general censuraban los espectáculos públicos con fieras (incluidos los toros bravos), por arriesgar frívolamente la vida humana, postura de orden moral que se prolongó más o menos en los mismos términos durante la Edad Media y que movió a varios papas a promulgar prohibiciones. Por ejemplo, la bula papal Salute Gregis (1567), de Pío V, que prohibió los espectáculos taurinos. Gregorio XIII, su sucesor, levantó la prohibición ocho años después a ruego de Felipe II. El motivo, según cuenta Cossío, es que la prohibición causaba perjuicios no a la fiesta, sino a la propia religión católica española: «era el principal [perjuicio] el desprecio que de la excomunión hacían los aficionados a correr y ver correr los toros» en plena época de la Inquisición.
Ya como espectáculo moderno, en el siglo XVIII, las corridas de toros han sido polémicas y han sufrido críticas e incluso prohibiciones. La nueva dinastía llegada a España (los Borbones), y en general la aristocracia afrancesada, despreciaba estos espectáculos por considerarlos indignos y propios del populacho, por lo que Felipe V prohibió su ejercicio a sus cortesanos (1723). Fernando VI solo consintió las corridas a cambio de que sus beneficios se destinasen a obras de caridad como sufragar hospitales y hospicios. Algunos ilustrados, como Jovellanos, se oponen a estos espectáculos por considerarlos poco didácticos.
Carlos III, influido por el Conde de Aranda, prohibió las corridas de toros en 1771. El pueblo, sin embargo, hizo caso omiso, y siguió entregándose con entusiasmo a las nuevas figuras del toreo, que Francisco de Goya recogió en su serie de grabados sobre La Tauromaquia. Todos los gobernantes posteriores intentaron prohibir las corridas: Carlos IV volvió a hacerlo en 1805. Tras la Guerra de la Independencia Española, a lo largo del siglo XIX, surgía con frecuencia en el Parlamento español el debate de la prohibición. La última vez fue en 1877, cuando el Marqués de San Carlos propuso a los diputados la prohibición de las corridas de toros. Se rechazó la propuesta pues se consideraba que sería demasiado impopular: era la época de Lagartijo y Frascuelo.
No sé si alguien lo desconoce, pero en pleno s. XIX hubo en las Cortes Generales (en las de España) enconadísimos debates en torno a la cuestión taurina y se suscitó en diversas ocasiones la posibilidad de prohibir esta tortura. Buena parte de la sociedad española del s. XIX y de sus representantes políticos consideraba que era una tradición salvaje, despiadada y desfasada. Sí, sí, siglo XIX.
Os recomiendo encarecidamente la lectura del artículo de la wikipedia sobre "antitaurino", a más de uno le abrirá los ojos, pego un fragmento:
Las críticas a este tipo de eventos con animales se remontan a la antigüedad romana, con las diatribas de moralistas como Cicerón contra los espectáculos de circo con fieras. A ellas siguieron las críticas de los primeros escritores cristianos y canonistas a las llamadas venationes, como Prudencio, Casiodoro, San Agustín o San Juan Crisóstomo, que en general censuraban los espectáculos públicos con fieras (incluidos los toros bravos), por arriesgar frívolamente la vida humana, postura de orden moral que se prolongó más o menos en los mismos términos durante la Edad Media y que movió a varios papas a promulgar prohibiciones. Por ejemplo, la bula papal Salute Gregis (1567), de Pío V, que prohibió los espectáculos taurinos. Gregorio XIII, su sucesor, levantó la prohibición ocho años después a ruego de Felipe II. El motivo, según cuenta Cossío, es que la prohibición causaba perjuicios no a la fiesta, sino a la propia religión católica española: «era el principal [perjuicio] el desprecio que de la excomunión hacían los aficionados a correr y ver correr los toros» en plena época de la Inquisición.
Ya como espectáculo moderno, en el siglo XVIII, las corridas de toros han sido polémicas y han sufrido críticas e incluso prohibiciones. La nueva dinastía llegada a España (los Borbones), y en general la aristocracia afrancesada, despreciaba estos espectáculos por considerarlos indignos y propios del populacho, por lo que Felipe V prohibió su ejercicio a sus cortesanos (1723). Fernando VI solo consintió las corridas a cambio de que sus beneficios se destinasen a obras de caridad como sufragar hospitales y hospicios. Algunos ilustrados, como Jovellanos, se oponen a estos espectáculos por considerarlos poco didácticos.
Carlos III, influido por el Conde de Aranda, prohibió las corridas de toros en 1771. El pueblo, sin embargo, hizo caso omiso, y siguió entregándose con entusiasmo a las nuevas figuras del toreo, que Francisco de Goya recogió en su serie de grabados sobre La Tauromaquia. Todos los gobernantes posteriores intentaron prohibir las corridas: Carlos IV volvió a hacerlo en 1805. Tras la Guerra de la Independencia Española, a lo largo del siglo XIX, surgía con frecuencia en el Parlamento español el debate de la prohibición. La última vez fue en 1877, cuando el Marqués de San Carlos propuso a los diputados la prohibición de las corridas de toros. Se rechazó la propuesta pues se consideraba que sería demasiado impopular: era la época de Lagartijo y Frascuelo.
Por favor, no repitas el nombre del blog o web en el título o texto del meneo. El nombre del sitio ya aparece en la información del meneo y repetirlo sería redundante.
Pues ayer probé carne de toro de lidia y tengo que decir que estaba buenísimo. Siempre escuché que la carne era mala y que sin las corridas sería un animal condenado a la extinción como le pasó al uro. Mentira cochina.
Pie de foto: Presidencia del mitin antitaurino celebrado en el Teatro Principal de Gracia, organizado por Federación Ibérica Protectora de Animales y Plantas y más de veinte entidades culturales.
Recuerdo yo que a principios del siglo XX un periodico local reproducía la noticia de una corrida de toros en Madrid, donde el espectáculo consistía en la lucha entre un toro y un oso.
No dejaba de ser esto una vieja reminiscencia del circo romano.
Sin entrar en el debate de toros sí o toros no: ¿a alguien más le parece que tenemos una ley hipócrita en cuanto a derechos de los animales? Si maltratas a tu perro te lo quitan o has de pagar una multa; si maltratas a tu toro, puedes incluso cobrar entrada para que la gente vea como lo haces. Señores, o una cosa o la otra, ambas son incompatibles...
Resulta absurdo llamar tortura a las corridas de toros:
tortura.
(Del lat. tortūra).
1. f. Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo.
#16 Hazle lo mismo a un perro, verás que el hecho de que ponga "alguien" en vez de otra cosa en la definición no elimina el hecho en sí, lo importante, que no es otra cosa que: "Grave dolor físico o psicológico infligido como medio de castigo".
Comentarios
Anda, si resulta que pedir la erradicación de los toros también es una antigua tradición ®
Acabamos de empatar el argumento de base de los taurinos
No sé si alguien lo desconoce, pero en pleno s. XIX hubo en las Cortes Generales (en las de España) enconadísimos debates en torno a la cuestión taurina y se suscitó en diversas ocasiones la posibilidad de prohibir esta tortura. Buena parte de la sociedad española del s. XIX y de sus representantes políticos consideraba que era una tradición salvaje, despiadada y desfasada. Sí, sí, siglo XIX.
Ya saben Uds. Como los cangrejos.
Os recomiendo encarecidamente la lectura del artículo de la wikipedia sobre "antitaurino", a más de uno le abrirá los ojos, pego un fragmento:
Las críticas a este tipo de eventos con animales se remontan a la antigüedad romana, con las diatribas de moralistas como Cicerón contra los espectáculos de circo con fieras. A ellas siguieron las críticas de los primeros escritores cristianos y canonistas a las llamadas venationes, como Prudencio, Casiodoro, San Agustín o San Juan Crisóstomo, que en general censuraban los espectáculos públicos con fieras (incluidos los toros bravos), por arriesgar frívolamente la vida humana, postura de orden moral que se prolongó más o menos en los mismos términos durante la Edad Media y que movió a varios papas a promulgar prohibiciones. Por ejemplo, la bula papal Salute Gregis (1567), de Pío V, que prohibió los espectáculos taurinos. Gregorio XIII, su sucesor, levantó la prohibición ocho años después a ruego de Felipe II. El motivo, según cuenta Cossío, es que la prohibición causaba perjuicios no a la fiesta, sino a la propia religión católica española: «era el principal [perjuicio] el desprecio que de la excomunión hacían los aficionados a correr y ver correr los toros» en plena época de la Inquisición.
Ya como espectáculo moderno, en el siglo XVIII, las corridas de toros han sido polémicas y han sufrido críticas e incluso prohibiciones. La nueva dinastía llegada a España (los Borbones), y en general la aristocracia afrancesada, despreciaba estos espectáculos por considerarlos indignos y propios del populacho, por lo que Felipe V prohibió su ejercicio a sus cortesanos (1723). Fernando VI solo consintió las corridas a cambio de que sus beneficios se destinasen a obras de caridad como sufragar hospitales y hospicios. Algunos ilustrados, como Jovellanos, se oponen a estos espectáculos por considerarlos poco didácticos.
Carlos III, influido por el Conde de Aranda, prohibió las corridas de toros en 1771. El pueblo, sin embargo, hizo caso omiso, y siguió entregándose con entusiasmo a las nuevas figuras del toreo, que Francisco de Goya recogió en su serie de grabados sobre La Tauromaquia. Todos los gobernantes posteriores intentaron prohibir las corridas: Carlos IV volvió a hacerlo en 1805. Tras la Guerra de la Independencia Española, a lo largo del siglo XIX, surgía con frecuencia en el Parlamento español el debate de la prohibición. La última vez fue en 1877, cuando el Marqués de San Carlos propuso a los diputados la prohibición de las corridas de toros. Se rechazó la propuesta pues se consideraba que sería demasiado impopular: era la época de Lagartijo y Frascuelo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Antitaurino
#6 jeje, y luego aún hay gente que dice que lo de ser antitaurino es una moda
«...que esta fiesta bruta / solo ha quedado en España / y no hay nación que una cosa / tan fiera y tan inhumana / si no es España, consienta»
Lo escribió un tal Lope de Vega. Precisamente viene hoy en El Periódico, http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=674822&idseccio_PK=1006&h=
Veis como no era una cosa de ERC, sino de la sociedad en general.
#0 http://meneame.wikispaces.com/Meneatiqueta#toc16
Por favor, no repitas el nombre del blog o web en el título o texto del meneo. El nombre del sitio ya aparece en la información del meneo y repetirlo sería redundante.
#1 Ya lo he quitado. Era exactamente lo que venía al pegar el enlace en Menéame.
información del enlace
Fotos de tiempos pasados: Mitin antitaurino de 1926 en Barcelona
http://fotosdetiempospasados.blogspot.com/2010/01/mitin-antitaurino-de-1926-en-barcelona.html
Pues ayer probé carne de toro de lidia y tengo que decir que estaba buenísimo. Siempre escuché que la carne era mala y que sin las corridas sería un animal condenado a la extinción como le pasó al uro. Mentira cochina.
Nos llevan años de ventaj... Oh wait!
Pie de foto: Presidencia del mitin antitaurino celebrado en el Teatro Principal de Gracia, organizado por Federación Ibérica Protectora de Animales y Plantas y más de veinte entidades culturales.
O sea, que esa excusa que me daban cuando yo señalaba la pasión por las corridas de toros que tenía Lluís Companys Lluís Companys en la Maestranza de Sevilla
Lluís Companys en la Maestranza de Sevilla
fotosdetiempospasados.blogspot.com...y paradójicamente el gran ejemplo del "españolismo" y paradigma del odio a lo catalán, Felipe V, resulta que intentó prohibirlas....
Pues sí, por suerte las cueldrades del circo romano ya no existen.
Vamos a ver si conseguimos que dejen de existir la de los toros.
Recuerdo yo que a principios del siglo XX un periodico local reproducía la noticia de una corrida de toros en Madrid, donde el espectáculo consistía en la lucha entre un toro y un oso.
No dejaba de ser esto una vieja reminiscencia del circo romano.
Sin entrar en el debate de toros sí o toros no: ¿a alguien más le parece que tenemos una ley hipócrita en cuanto a derechos de los animales? Si maltratas a tu perro te lo quitan o has de pagar una multa; si maltratas a tu toro, puedes incluso cobrar entrada para que la gente vea como lo haces. Señores, o una cosa o la otra, ambas son incompatibles...
Resulta absurdo llamar tortura a las corridas de toros:
tortura.
(Del lat. tortūra).
1. f. Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo.
#16 claro, habría que llamarlo: cariñitos y besitos.
#18 Habría que llamarlo corrida de toros.
#19 No se castiga a ningún toro. Y se le produce dolor, sí.
#20 No, es que pienso de manera diferente a ti.
#16 Hazle lo mismo a un perro, verás que el hecho de que ponga "alguien" en vez de otra cosa en la definición no elimina el hecho en sí, lo importante, que no es otra cosa que: "Grave dolor físico o psicológico infligido como medio de castigo".
Y todavía hay más: es fiesta nacional.
#16 Pues vas a tener razón porque, si no se hace con el fin de que el toro confiese o como castigo...
PD. Creo que te ha faltado la etiqueta de "mode ironic".
4 gatos, y además burgueses con mucho tiempo libre como se puede apreciar en la foto. En el manicomio de la época había más gente.
#12 Todos los avances sociales y culturales los han iniciado grupos de personas, 4 gatos, con mucho tiempo libre.