Hace 17 años | Por tomate a elpais.com
Publicado hace 17 años por tomate a elpais.com

Buena reflexion del escritor Antonio Muñoz Molina, puede ser un aviso a navegantes.

Comentarios

Elias

Qué grande es Muñoz Molina. Sin embargo, estoy en desacuerdo con una cosa del artículo. Dice que hoy en día casi nadie simpatiza con el fascismo, cuando la triste realidad es que día tras día ciertos representantes del Partido Popular parecen querer minimizar las consecuencias de la dictadura de Franco, y "perdonar" las barbaridades que se cometieron en ese período. Y todo ello, ayudado por ciertos "periodistas", que una y otra vez nos quieren convencer de que el franquismo fue una bendición que nos cayó encima.

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Aquí está resumido todo: "La actualidad no trata de las cosas que ocurren, sino de las palabras que dicen los políticos, de los cuales no se conoce apenas otra cosa que sus exabruptos verbales."

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Puf, sublime: "Lo que me sorprende es este nuevo concepto de la rebeldía y de disidencia, que consiste en rebelarse contra los que no están en el poder y en disentir de casi todo salvo de las doctrinas y las directrices oficiales."

tarkovsky

A mí lo que no deja de asombrarme es que todavía haya gente en el p$oe que se crea de izqquierdas

meneameolo

#2 creo que los tiros no van por ahí. Me parece que El País está dando muchos tirones de orejas a la izquierda gubernamental apoyada por grupúsculos minoritarios sentados en el coche oficial y la mariscada semanal, atenta a cualquier discrepancia para tacharla de "fascista" automáticamente. A mí me parece una reivindicación de la verdadera crítica, que debe estar más atenta a lo que hace el poder que en la que crítica sistemática al que aspira al poder.

D

“También es llamativa la complacencia con que tantas personas de izquierda han resuelto en los últimos años abolir toda actitud que no sea de inquebrantable adhesión al Gobierno. He leído textos conmovidos sobre la felicidad de estar “al lado de mi presidente”, y escuché hace poco en la radio a un entusiasta que llevaba su fervor hasta un extremo de marcialidad, asegurando que él, en estas circunstancias, se ponía “detrás de nuestro capitán, en primer tiempo de saludo”, tal vez no el tipo de incondicionalidad más adecuado para el primer ministro de una democracia. Quizás uno, como va cumpliendo años (…) conserva el recuerdo de otra época en la que las personas de izquierdas podíamos ser muy críticas y hasta en ocasiones hostiles hacia otro gobierno socialista, o por lo menos no incondicionales hasta la genuflexión, hasta las lágrimas”.

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¡Amen!

D

Por favor, que suba rápido a portada y se difunda. Creo que es el mejor análisis de la situación actual que he leido en muchos años. Gracias señor Muñoz Molina