Hace 11 años | Por IgnatiusJReilly a quequieres.es
Publicado hace 11 años por IgnatiusJReilly a quequieres.es

Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.

Comentarios

IgnatiusJReilly

Ya ha aparecido por aquí en Cafés Pendientes

Hace 11 años | Por mismament a mundoalaryk.com
pero la echaron abajo por spam. La he meneado porque me parece una iniciativa bonita, útil y fácil de llevar a cabo...

Lemmings

El origen del "café pendiente": Tonino Benacquista escribe en la novela "Malavita".

"De vacaciones en Nápoles, oí hablar de una costumbre antigua, que es honrada aún por algunos de los propietarios de bistro. Dado el precio del café express en el bar (unos centavos o menos), los clientes suelen coger suelto de su bolsillo y compran dos cafés, pero sólo beben uno. El camarero escribe en una pizarra, para sí mismo, los cafés gratis para los mendigos visitantes que llegan por casualidad. Maurice, un hombre que no era especialmente generoso o considerado con los pobres, encontró la idea interesante y hasta decidió ponerlo en práctica. Él mismo quedó sorprendido cuando descubrió que muchos de sus clientes se divirtieron jugando a este juego. Deseando establecer una tradición que va completamente en contra de los tiempos que corren y en los ojos de los escépticos, que condenaron al fracaso el experimento, Maurice se proclamó un héroe de la realidad de la vida ... "

Parece que esta idea se ha extendido a los Balcanes, y ahora parece que con las redes sociales, ha colado en más lugares.

D

Rula por el caralibro así que 80% de posibilidades de que sea más falsa que un billete de 4,50

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#3 ¿ Son falsos los billetes de 4,50 ?
Me cago en la puta.

t

Pues la iniciativa estará muy bien, pero me parece una tontería como un piano hacerlo con cafés. Si se trata de ayudar a la gente con necesidades, que lo hagan con comida, pero no con algo que no tiene valor nutritivo y que no deja de ser un capricho.