Solo hay que ir a un restaurante a comer un sábado para ver cómo esto se ha convertido en algo habitual: niños comiendo con el móvil o las tabletas. Sí, es entendible, los padres necesitamos un rato de paz, de conversación con nuestra pareja o amigos, y nuestro hijo no aguanta dos horas sentado en una silla sin moverse. Cuando ha llorado ya un par de veces, le damos el móvil, que sabemos que le calma, y todos tranquilos.
#1 ¿ Y si llora, le mandas a la cama sin cenar, o peor le escuchan los vecinos y llaman a la policía? Que difícil situación, mejor darle el móvil y cuando crezca la moto y luego lo que pida, ya se encarga instituciones penitenciarias de explicar las normas de convivencia
#18 Que no llore o de la lata no significa que no juegue, hable, ría, cuente historias o disfrute de la comida o de hacer bromas con sus papás o la gente de alrededor.
Y sí, se pueden hacer todas esas cosas sin tocar los cojones a los demás; y va para los adultos también.
#21 Mis respetos. Te hablo desde la envidia.
Y eso que mi hijo es de los que aguantan una hora...
También es un error tratar de que nuestros hijos se comporten como un adulto. Hay que comprenderlos, pero no permitir que molesten a los demás (en cualquier circunstancia ojo, no solo comiendo por ahí)
Tranquilos, cuando tenga 18 años, comerá sin móvil, igual que los de otras generaciones comemos sin avioncitos de juguete, cochecitos, muñecas o peluches al lado.
Porque tienen unos padres gilipollas, como la mitad de los padres de los amigos de mis hijos, que no ven el móvil ni en pintura, y a la hora de comer, ni móvil ni juguetes ni tele.
#22 Supongo que hemos tenido suerte. La verdad es que es un buenazo (aunque tiene caracter).
Con el tema de las pantallas, no sé si estamos haciendo bien o mal, pero nuestra intención es retrasar su uso todo lo razonablemente posible, y que cuando lo haga que sea de manera responsable (y no tenemos ni puta idea de cómo vamos a hacer, la verdad es que me preocupa bastante este tema).
Y estoy totalmente de acuerdo contigo, no se puede tratar a los niños como adultos ni se puede pretender que se porten como tales.
Nosotros tuvimos un tiempo que nos vimos superados por el fenomeno móvil. Con el tiempo hemos aprendido a vivir con él. Para entonces los niños ya comenzaron a tener movil.
Los primeros que dejamos el movil fuera de nuestro alcance y ya puede llamar todo el rat,o somos nosotros. Mientras estamos sentados a la mesa, no se usa movil para nada. Otra historia es que avises, mira que estoy esperando una llamada importante.
Una llamada no es, puedo jugar mientras me llaman.
La conversación ha vuelto a la mesa. A veces cosas banales otras importantes. Compartimos cosas con otras personas, no con gente que no conocemos.
Comentarios
#1 dos adultos dominados y atemorizados por una criatura de cinco años. Eso pasa...
Mirando el móvil en vez de comer mirando las noticias de Mediaset o A3media, como se ha hecho en este país toda la vida. Adónde vamos a parar.
¿Quitándole el móvil? ¿Nadie asume que los niños no deben tener un móvil cerca?
Eso pasa por no enseñarle a usar los cubiertos. Luego que no se quejen si la pantalla está sucia y llena de Nocilla.
En primer lugar nunca darle el móvil. En mi casa hay la regla de no móvil hasta los 12, aunque por la puta pandemia tuve que dar el brazo a torcer...
#1 ¿ Y si llora, le mandas a la cama sin cenar, o peor le escuchan los vecinos y llaman a la policía? Que difícil situación, mejor darle el móvil y cuando crezca la moto y luego lo que pida, ya se encarga instituciones penitenciarias de explicar las normas de convivencia
En vez del móvil, qué tal una galleta?
#4 ¿ También se puso a llorar o te amenazó con el tenedor?
¿Entendible? Mi hijo de dos años acaba de tirarse dos horas sentado en un restaurante sin necesidad de móvil, sin llorar y sin darle la lata a nadie.
#18 Que no llore o de la lata no significa que no juegue, hable, ría, cuente historias o disfrute de la comida o de hacer bromas con sus papás o la gente de alrededor.
Y sí, se pueden hacer todas esas cosas sin tocar los cojones a los demás; y va para los adultos también.
#9 te mereces un +1000
#9 a la hora de comer las noticias no existen, solo existen los Simpson o la ruleta
Que pongan cubiertos, coño
¿No es más cómodo con cuchara y tenedor?
#21 Mis respetos. Te hablo desde la envidia.
Y eso que mi hijo es de los que aguantan una hora...
También es un error tratar de que nuestros hijos se comporten como un adulto. Hay que comprenderlos, pero no permitir que molesten a los demás (en cualquier circunstancia ojo, no solo comiendo por ahí)
Tranquilos, cuando tenga 18 años, comerá sin móvil, igual que los de otras generaciones comemos sin avioncitos de juguete, cochecitos, muñecas o peluches al lado.
Porque tienen unos padres gilipollas, como la mitad de los padres de los amigos de mis hijos, que no ven el móvil ni en pintura, y a la hora de comer, ni móvil ni juguetes ni tele.
Una ostia a tiempo quita mucho trauma.
Igual no al niño 👦 peros sí al sufrido padre.
Mi suegro tampoco y tiene bastantes más años
Cuando veo casos así pienso que los padres no recibieron una hostia a tiempo
#22 Supongo que hemos tenido suerte. La verdad es que es un buenazo (aunque tiene caracter).
Con el tema de las pantallas, no sé si estamos haciendo bien o mal, pero nuestra intención es retrasar su uso todo lo razonablemente posible, y que cuando lo haga que sea de manera responsable (y no tenemos ni puta idea de cómo vamos a hacer, la verdad es que me preocupa bastante este tema).
Y estoy totalmente de acuerdo contigo, no se puede tratar a los niños como adultos ni se puede pretender que se porten como tales.
#12 tu no tienes un hijo, tienes un muñeco...
Nosotros tuvimos un tiempo que nos vimos superados por el fenomeno móvil. Con el tiempo hemos aprendido a vivir con él. Para entonces los niños ya comenzaron a tener movil.
Los primeros que dejamos el movil fuera de nuestro alcance y ya puede llamar todo el rat,o somos nosotros. Mientras estamos sentados a la mesa, no se usa movil para nada. Otra historia es que avises, mira que estoy esperando una llamada importante.
Una llamada no es, puedo jugar mientras me llaman.
La conversación ha vuelto a la mesa. A veces cosas banales otras importantes. Compartimos cosas con otras personas, no con gente que no conocemos.