Desde hace años existe una de las conspiraciones más grandes dentro del mundo artístico: los antiguos griegos y romanos no pintaban sus esculturas. En museos, exposiciones y templos hemos visto figuras austeras, blancas de mármol. Pero, la realidad es otra. Esas estatuas una vez fueron coloridas, pintadas de forma vibrante y ricamente adornadas con ornamentación detallada.
#6:
Vaya mezcla de temas, cuando el principal causante de la falta de color de las piezas no es sino el paso del tiempo.
#5:
Acojonante. La culpa de que esté de moda el blanco es del... redoble de tambores... fascismo y el racismo.
Con dos cojones.
Sólo hay un problema, lo que está de moda es el negro.
Acojonante. La culpa de que esté de moda el blanco es del... redoble de tambores... fascismo y el racismo.
Con dos cojones.
Sólo hay un problema, lo que está de moda es el negro.
#5 En realidad es justicia poética, los fascistas idealizan un pasado que nunca existió, por eso hay tantas cuentas de nazis sobre "arquitectura occidental" poniendo fotos de esculturas clásicas en mármol, columnas y templetes neoclásicos, y encima se ponen luego a hablar de arte decadente, con dos cojones, cuando ellos están idealizando una visión del arte anacrónica y perversa, bien por falsa, bien por ser el pastiche o un cajón vacío en el que volcar su ideología.
Luego la realidad les golpea con fuerza y cuando ven el Augusto de Prima Porta policromado cómo una lagarterana les dan siete embolias.
Nos hemos habituado a la imagen austera, sobria, solemne de las esculturas de mármol que han perdido la pigmentación por efecto de los elementos y la acción del tiempo.
Con esta preconcepción en mente, el aspecto colorido reconstruido de las estatuas puede parecer una horterada, pero gana en viveza. Aquí un buen ejemplo:
#1 Es el choque entre dos formas de percibir la belleza. Para los antiguos, que vivian en un mundo de escasos colores vívidos, el color de las esculturas era digno de maravilla y admiración. En contraste, para la percepción moderna, esos colores resultan como bien dices horteras y puramente kitsch. Kitsch, es decir, impropio a ojos de cualquier persona de cultura media o baja solo acostrumbrada a la escultura desnuda de color.
No voy a dejar tampoco de mencionar este fresco romano de Pompeya donde podemos observar a un pintor elaborando un cuadro de una estatua, que aparece a la derecha y tiene color.
Es RASSSISMOOO!! Comparte, compra mi libro y ven a mis publicitadas ponencias.
Las raíces de los prejuicios occidentales contra el color son profundos, de ahí surge la idealización del mármol blanco, creada a lo largo de los años. A fines del siglo XIX, gracias a las primeras excavaciones en Pompeya de Carlos III, se encontraron muchos objetos con color. Esos primeros descubrimientos demostraron la existencia de la policromía que muchos profesionales habían internado negar anteriormente. Por lo tanto, solo hubo discusiones sobre el grado de pintura. Luego, en el siglo XX, con las ideologías totalitarias de Mussolini, Franco o Hitler, comenzaron a esparcir la idealización del blanco, en cierto sentido, sacado del racismo. El Dr. Brinkmann empezó su investigación como estudiante en Múnich, “cuando yo comencé en 1980, aquel ADN que había sido creado por el fascismo europeo seguía estando. Y me temo que este ADN a día de hoy sigue siendo parte de nosotros”.
Para empezar no es finales del siglo XIX, es finales del XVIII. Un tema tan interesante como el de la (mayormente perdida y poco comprendida) policromía en el arte escultórico antiguo, tiene que se embardunado con politiqueo y tésis compirativas de personajes controvertidos como Brinkmann. Un académico que parece haber encontrado un filón de oro, no estudiando la Historia y el estudio de la Historia, si no explotando su teorías posmodernas que tan bien se venden hoy en día.
http://despuesnohaynada.blogspot.com/2014/06/primary-colors.html En el fondo es posible que la estatuaria clásica con su aspecto auténtico resultase profundamente kitsch y de mal gusto a buena parte del público actual y los turistas (que a fin de cuentas son los que pagan..
Comentarios
Vaya mezcla de temas, cuando el principal causante de la falta de color de las piezas no es sino el paso del tiempo.
#6 La ideología posmoderna invade todo los ambitos académicos, culturales y periodísticos. #7
Acojonante. La culpa de que esté de moda el blanco es del... redoble de tambores... fascismo y el racismo.
Con dos cojones.
Sólo hay un problema, lo que está de moda es el negro.
#5 En realidad es justicia poética, los fascistas idealizan un pasado que nunca existió, por eso hay tantas cuentas de nazis sobre "arquitectura occidental" poniendo fotos de esculturas clásicas en mármol, columnas y templetes neoclásicos, y encima se ponen luego a hablar de arte decadente, con dos cojones, cuando ellos están idealizando una visión del arte anacrónica y perversa, bien por falsa, bien por ser el pastiche o un cajón vacío en el que volcar su ideología.
Luego la realidad les golpea con fuerza y cuando ven el Augusto de Prima Porta policromado cómo una lagarterana les dan siete embolias.
Nos hemos habituado a la imagen austera, sobria, solemne de las esculturas de mármol que han perdido la pigmentación por efecto de los elementos y la acción del tiempo.
Con esta preconcepción en mente, el aspecto colorido reconstruido de las estatuas puede parecer una horterada, pero gana en viveza. Aquí un buen ejemplo:
#1 Es el choque entre dos formas de percibir la belleza. Para los antiguos, que vivian en un mundo de escasos colores vívidos, el color de las esculturas era digno de maravilla y admiración. En contraste, para la percepción moderna, esos colores resultan como bien dices horteras y puramente kitsch. Kitsch, es decir, impropio a ojos de cualquier persona de cultura media o baja solo acostrumbrada a la escultura desnuda de color.
No voy a dejar tampoco de mencionar este fresco romano de Pompeya donde podemos observar a un pintor elaborando un cuadro de una estatua, que aparece a la derecha y tiene color.
Es RASSSISMOOO!! Comparte, compra mi libro y ven a mis publicitadas ponencias.
Las raíces de los prejuicios occidentales contra el color son profundos, de ahí surge la idealización del mármol blanco, creada a lo largo de los años. A fines del siglo XIX, gracias a las primeras excavaciones en Pompeya de Carlos III, se encontraron muchos objetos con color. Esos primeros descubrimientos demostraron la existencia de la policromía que muchos profesionales habían internado negar anteriormente. Por lo tanto, solo hubo discusiones sobre el grado de pintura. Luego, en el siglo XX, con las ideologías totalitarias de Mussolini, Franco o Hitler, comenzaron a esparcir la idealización del blanco, en cierto sentido, sacado del racismo. El Dr. Brinkmann empezó su investigación como estudiante en Múnich, “cuando yo comencé en 1980, aquel ADN que había sido creado por el fascismo europeo seguía estando. Y me temo que este ADN a día de hoy sigue siendo parte de nosotros”.
Para empezar no es finales del siglo XIX, es finales del XVIII. Un tema tan interesante como el de la (mayormente perdida y poco comprendida) policromía en el arte escultórico antiguo, tiene que se embardunado con politiqueo y tésis compirativas de personajes controvertidos como Brinkmann. Un académico que parece haber encontrado un filón de oro, no estudiando la Historia y el estudio de la Historia, si no explotando su teorías posmodernas que tan bien se venden hoy en día.
http://despuesnohaynada.blogspot.com/2014/06/primary-colors.html
En el fondo es posible que la estatuaria clásica con su aspecto auténtico resultase profundamente kitsch y de mal gusto a buena parte del público actual y los turistas (que a fin de cuentas son los que pagan..
Soy el único al que le suena mal lo de robar al color??
Novedad!!!