#3 Y si no fue él, dentro de un tiempo le pillarán en un garito chupando penes con fruición y desaforado empeño. Estos reprimidos de ultraderecha son todos iguales. No dejan de meterse con lo que hacen los demás en la cama, están obsesionados.
#3 Otros ejemplos de medidas sociales:
Tallin puso transporte público gratuito para todos sus residentes en el 2013 y hay siguen sin problemas.
Luxemburgo puso transporte público gratuito para todo el mundo en el 2020 y hay siguen sin problemas.
Quizás si una ciudad o país hace las cuentas y gasta su dinero correctamente para ayudar a sus ciudadanos estas cosas son posibles.
Como bien dices, tiempo al tiempo y veremos que tal le va a Polonia.
#3 un hijo genera muchos impuestos indirectos, anda que no hay que comprarle cosas desde que nace. Y lo cortan en 33k que no sé si eso es ser muy rico o no en Polonia, pero al menos sí que diferencian y los que cobren más de eso pagan como los demas
#3 Pobrecitas, es que no hay derecho. La gente llamándolas acosadoras y cagándose en su puta madre, cuando todo el entorno de la niña sabe, y denunció, que hacían justo eso, ACOSAR.
Qué coman hate toda su miserable vida.
#3 Me acabé hace unos años el ciclo de Hainish, la segunda mitad de Cuatro caminos hacia el perdón es brutal y Los desposeídos da para pensar. Lo que más me gustó fueron las caracterizaciones de los personajes, se notan con una personalidad bien desarrollada y compleja. Por ejemplo, la protagonista de la última historia de Cuatro Caminos hacia el perdón bien podría recordar su infancia en esa casa como un infierno, pero reconoce que a pesar de todo le guarda cierta nostalgia. O el capitán de El nombre del mundo es Bosque, que empieza narrando en primera persona y se ve que todo lo que dice o hace tiene sentido y es correcto en su cabeza pero al mismo tiempo al lector le deja claro que es un indeseable.
Con Terramar solo me he leído los dos primeros, no me entusiasman tanto (para fantasía soy más de Mundodisco) pero me está gustando la saga.
He buscado y no he encontrado.