Todas eran de madera, y con mucha frecuencia llevaban el estabilizador propio de estas islas australes del Pacífico (batanga). Algunas, como las pao pao, soatau, iatolina, amatasi o alia, fueron dando paso a otras como la taumulua y la fautasi, que, por contacto con exploradores europeos, acabaron dejando atrás la característica batanga.