
En los últimos meses se ven noticias como que España es un hub cientifico lider en ensayos clinicos y que ya supera a Alemania(1)(2)(3). Este éxito es un motivo de orgullo, pero no estaría completo sin abordar la parte oscura y negativa que arrastra la ya conocida "Marca España" de la investigación: las malas condiciones laborales que, irónicamente, son el principal motor económico para que las farmacéuticas inviertan tan rentablemente en nuestro país.
La clave de la inversión y la alta concentración geográfica de los ensayos se sitúa principalmente en Madrid y Barcelona. Esta centralización provoca una doble desigualdad:
Actualmente, esta concentración es crítica, ya que solo Madrid y Cataluña acaparan el 56% de los hospitales que participan en ensayos clínicos oncológicos en marcha. Esta descompensación se traduce en enormes diferencias en las tasas de reclutamiento de pacientes entre Comunidades Autónomas. Sin embargo, promover la descentralización no solo busca la equidad del paciente, sino también la mejor calidad científica de los datos, ya que permite incluir una población más diversa de todo el territorio nacional, tal como se apunta desde el sector.
Como comenta Amelia Martín Uranga, directora de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria, “Es fundamental trabajar en ensayos clínicos descentralizados por el bien de los pacientes españoles independientemente de donde vivan” (4).
El factor decisivo para la rentabilidad de España es el coste del talento. Para trabajar en esta área es imprescindible disponer de una carrera relacionada con las ciencias (Biología, Medicina, Enfermería, Farmacia, etc.) y un Máster de Coordinación de Ensayos Clínicos (5), una formación de alta especialización.
A pesar de esta alta cualificación, los sueldos en Fundaciones asociadas a hospitales públicos, especialmente en Madrid, no se corresponden con el coste de vida. El salario neto de un coordinador de ensayos clínicos o similar se sitúa aproximadamente en 1.500€ netos al mes, y ahora indefinidos, pero hasta el cambio de modelo de contratos del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, con contratos por Obra y Servicio renovados anualmente, a donde desean volver muchas de las direcciones de estas fundaciones y la Comunidad de Madrid.
Este bajo sueldo se agrava por la rigidez en la conciliación. Aunque estos puestos implican en muchos roles una labor de gestión y documentación 100% teletrabajable o en otros roles al menos un 90% remoto, el teletrabajo está sistemáticamente negado por las Direcciones de estas Fundaciones, Hospitales y por la propias comunidades autonomas, en especial la Comunidad de Madrid.
La justificación que impera es la de la equidad negativa: si algunos empleados no pueden teletrabajar, entonces nadie debe hacerlo, incluso si funcionalmente el puesto es remoto.
Esta situación, combinada con un salario que no permite afrontar el alto coste de la vivienda en Madrid o Barcelona, obliga a estos profesionales a tomar decisiones de vida insostenibles: o bien compartir piso con otras personas, o bien trasladar su residencia a la periferia o a municipios muy alejados del área metropolitana. El resultado directo de esta elección es que el trabajador debe asumir un coste altísimo en forma de largos desplazamientos diarios (que pueden superar las dos horas al día). De este modo, la falta de teletrabajo se convierte en un impuesto invisible sobre el tiempo y la calidad de vida que el profesional cualificado debe pagar para subvencionar la rigidez y el bajo coste laboral del sistema.
Este veto al teletrabajo ancla a profesionales de alto valor a vivir en la zona de Madrid o Barcelona, forzándolos a competir en el mercado inmobiliario más caro de España con un salario que es inferior al salario mínimo bruto de otros países europeos (Francia: 1.800€ brutos/mes (6), aproximadamente 1400€ netos/mes, Alemania: 2.161€ brutos/mes (7), aproximadamente 1500€ netos/mes) para un puesto de alta cualificación.
El sistema se sostiene sobre dos pilares insostenibles:
Mientras este modelo persista, España será atractiva para la inversión extranjera, pero insostenible para el profesional. El sistema actual está abocado al colapso funcional por la imposibilidad de contratar y retener talento que se pueda permitir vivir en la zona con esos salarios y sin flexibilidad laboral.
Bibliografía:
(1) elpais.com/extra/eventos/2025-03-02/espana-lider-en-ensayos-clinicos.h
(2) elglobalfarma.com/industria/europa-situa-a-espana-como-pais-lider-en-e
(3) www.farmaindustria.es/web/reportaje/estas-son-las-10-razones-por-las-q
(4) www.farmaindustria.es/web/otra-noticia/es-fundamental-trabajar-en-ensa
(5) www.esame.org/cecicbarcelona
El otro día, mientras los niños jugaban en el parque, comentaba con nostalgia mis primeras andaduras digitales de mi juventud con otro padre. Con un brillo en los ojos, ambos recordamos esa ilusión por todo aquello nuevo por probar, aprender y compartir.
Cada vez más enfrascados en nuestra conversación, el parque iba disolviéndose y volvimos a tener 15 años. Como aquella primera vez que vimos una SNES o la Megadrive en casa de un amigo, cuando su madre, enloquecida, cortaba la luz para que cada niño se fuese a su casa. O cuando tiramos un cable de red entre casas para jugar en red al StarCraft. La constante búsqueda del mejor y más barato cyber para jugar al Age of Empires, al Quake 3 Arena o al Day of Defeat. Noches enteras donde los ojos se cerraban entre el humo del tabaco y el brillo de los monitores CRT.
Recordé entonces recorrer España para ir a las LAN parties. Toda la gente que conocí con mi torre a cuestas. Todo lo que aprendí y lo mal que dormí en fríos pabellones sobre un colchón hinchable. Jóvenes, idealistas, el movimiento hacker, David Bravo y el copyleft, la alegría de conectar tu disco duro lleno de gigabytes de información a la red P2P para que cualquiera pudiera hacer uso de ello.
De repente despertamos de nuestra ensoñación: los niños nos estaban diciendo algo. Volvía a tener casi cuarenta años. De golpe fui consciente de que, pese a estar más interconectados que nunca, estamos mucho más aislados que antes. La red ha cambiado: ya no hay necesidad de llevarte tu ordenador para jugar con tus amigos; ahora solo hay desconocidos con los que jugar, cada uno en su silo, como preparacionistas esperando el fin del mundo.
¿Es el mundo el que ha cambiado o simplemente nos hemos hecho mayores? ¿Puede volver el espíritu de la LAN party?
¿Has paseado alguna vez por un cementerio al atardecer?, ¿te has parado a leer los epitafios ocultos por flores secas?, ¿has reflexionado sobre tu propia mortalidad ante la tumba de un infante?
Sobre Hellboy, el comic creado por Mike Migniola, mucho se ha escrito y dicho. Su original combinación de temas lo hace una obra única. No todos pueden amalgamar de forma tan acertada conceptos tan dispares como mitología, folclore, personajes históricos, nazismo y horrores cósmicos más allá del tiempo.
Hellboy es un detective de lo paranormal, medio hombre, medio demonio que es invocado por una sección ocultista nazi, la sociedad Thule, como un plan para ganar la guerra. La versión cinematográfica, dirigida por Guillermo del Toro, se nos presenta como un superhéroe bruto y malhablado, obviando así su esencia más característica.
Pero es en sus historias cortas, melancólicas y nostálgicas donde realmente brilla. Es en húmedas criptas, sombríos promontorios y ruinas consagradas donde encuentra su verdadera identidad.
En 1796 Matthew Gregory Lewis publica "El monje". En la novela los personajes transitan por las tortuosas calles de Madrid, enclaustrados en celdas monacales, vagando por subsuelos y sombríos caminos. Transgresora, contiene pactos demoniacos, violaciones, incesto y lujuriosos personajes. Es una novela que se enmarca en la narrativa gótica.
La novela gótica es a su vez parte del romanticismo, un movimiento cultural que se originó como una reacción al espíritu racional de la ilustración. La estética favorecía lo decadente, ruinoso y depresivo; vinculado con lo oculto y lo sobrenatural. Los escenarios característicos eran conventos, castillos, monasterios, criptas, ruinas y atmósferas claustrofóbicas.
En España podemos ver su influencia en muchos autores, especialmente en Gustavo Adolfo Bécquer y sus leyendas como "El monte de las ánimas". Como ejemplo, una de sus rimas:
Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.
Yo nado en el vacío,
del sol tiemblo en la hoguera,
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.
Esta estética está presente en toda la obra de Hellboy, pero particularmente en las primeras historias dibujadas por Mignola. Hellboy se nos presenta como un personaje reflexivo, una suerte de héroe trágico, torturado e incomprendido. Transita por castillos en ruinas, cementerios olvidados y naturaleza desbordante que le ha ganado terreno a la civilización.
En la historia "Navidades subterráneas", Hellboy tiene que liberar el fantasma de una niña que ha sido encadenada por un ser maléfico que la seduce. Para rescatarla debe entrar por un mausoleo a un tétrico palacio subterráneo.
... me llevó a un agujero en la tierra donde por un momento me perdí. Luego una voz tranquilizadora se dirigió a mi, viniendo de la oscuridad. Y no me dijo más.
En "El ataúd encadenado" nos enseñan el origen de Hellboy. Como en "El monje" de Lewis podemos ver a un demonio seduciendo a una mujer y yaciendo con ella. Mismos temas, misma estética. Un acto que la condenará para siempre. A ella y a sus descendientes.
... tu mataste a mis hijos. Olvídales. No son nada. Cenizas. Polvo. ¿Qué importan?
Estas historias cortas comparten un motivo recurrente: la seducción y la condena, ecos de la narrativa gótica clásica, donde lo sobrenatural se mezcla con la culpa y el destino inexorable.
La influencia pictórica también es evidente en Hellboy, especialmente en el uso del claroscuro y la monumentalidad de las figuras. Obras como El gran dragón rojo de William Blake anticipan la atmósfera que Mignola recrea en sus viñetas: enormes sombras, siluetas imponentes y un dramatismo visual que refuerza la sensación de lo sobrenatural y lo trágico. Al igual que Blake, Mignola utiliza el contraste entre luz y oscuridad para guiar la mirada del espectador, otorgando a cada criatura y cada ruina un peso simbólico que va más allá de la narrativa.
Sin duda, Hellboy es un heredero de lo gótico; retoma y reconfigura sus obsesiones —culpa, herencia, ruina, lo sobrenatural— para transformarlas en viñetas de sombra y silencio.
Hace muy poco fue el lanzamiento de las aplicaciones de creación de video mediante inteligencia artificial generativa Veo 3, de Google, y Sora 2, de OpenAI.
Llevábamos ya tiempo comprobando cómo en instagram abundan las cuentas falsas (y legales) de influencers embaucadores creados por inteligencia artificial en las que, sin necesidad de ser de gran calidad, se mostraban "fotos" de los susodichos que pretendían pasar por reales. Lo peor de todo es que, sin gran esfuerzo, conseguían engañar a muchas personas, que les daban los buenos días, les pedían ayuda, le preguntaban cómo estaban y les felicitaban por su maravillosa vida. Como ejemplos tenemos estas cuentas:
www.instagram.com/kaia_van_der_meer
No me he currado mucho la búsqueda porque el tema no es muy apasionante pero hay muchas cuentas de este tipo y no todas incluyen señales de que son una IA en su perfil. Y sí, también, las IAs se comentan los posts unas a otras y muchos comentaristas son igualmente falsos porque por supuesto todo es mentira.
Pero la cosa se está poniendo preocupante y es cada vez más difícil distinguir una imagen o incluso un video creado con inteligencia artificial de uno real. Esto va a generar sentimientos de desconfianza mutua en la población. Pero no adelantemos acontecimientos, la realidad es que ya hemos llegado al punto en el que todo va a ir mucho peor: Veo 3 y Sora 2 son armas de destrucción masiva al alcance de cualquiera y es imparable. Son ya miles los videos que violan los derechos de autor creados por personas anónimas: videos de Mario en un circuito de Fórmula 1, de Trump siendo detenido por la policía o de Pikachu y otros pokemon en el desembarco de Normandía.
Ya hay anuncios de aplicaciones para "liarte con tu crush" que se hacen con una simple foto y... Listo, no hace falta mucho más, ya tienes el video.
Pero por si esto no fuera poco existe el peligro real del ciberbullying, algo que ya existe y que puede ir a peor, sobre todo porque todos somos susceptibles de sufrirlo, y así será si lo permitimos.
Desde que salió Sora 2 ha salido una cantidad ingente de clips que pretenden ser graciosos sobre Stephen Hawking. Stephen Hawking ya ni siente ni padece, ni tampoco es obligatorio rasgarse las vestiduras por defender su memoria, pero deberíamos tener cuidado. Los videos de Stephen Hawking no son graciosos y no, no lo son, por mucho que pretendan hacernos sonreir clips del físico en un skatepark, participando en los Juegos Olímpicos de Invierno o levantándose de la silla para marcar un gol con el Real Madrid.
Ahora mismo todo esto pretende ser simpático e inofensivo, y cuando todos nos estemos riendo nos la meterán. Así que mejor empezar a parar esto ya.
Estaba ojeando Xataka y he dado con este artículo
www.xataka.com/ordenadores/puertos-usb-a-no-van-a-desaparecer-asi-que-
El cual me recuerda sospechosamente a este otro que leí hace un par de semanas
www.pocket-lint.com/usb-a-isnt-going-anywhere/
En estos tiempos que corren es imposible saber que de original es un artículo. Tengo tres teorías:
1. LLM
Un redactor podría haber pedido al modelo algo como:
“Hazme un resumen/opinión sobre este artículo de Pocket-lint en español”.
El modelo produciría un borrador en castellano, quizá manteniendo la estructura y hasta el título. El periodista lo puliría mínimamente y lo publicaría en Xataka.
2. Copia manual
Adaptado al tono típico de Xataka manteniendo la critica original. El hecho de usar exactamente el mismo titulo me resulta poco plausible.
3. Pura coincidencia
Dificil de creer pero no imposible. Nadie conoce las leyes de la entropía.
En definitiva, puede que estemos ante una simple coincidencia, una traducción más o menos literal o el resultado de un LLM.
Lo cierto es que, como lectores, ya no tenemos herramientas claras para distinguir entre una inspiración legítima, una copia camuflada o un texto generado con ayuda de IA. Y quizá ese sea el verdadero debate: <b> en la era de los modelos de lenguaje, la frontera entre originalidad y réplica se vuelve cada vez más difusa </b>
menéame