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Las mentiras de un grupo desokupa y la prensa contra un vecino de Puente de Vallecas (Madrid)

Las mentiras de un grupo desokupa y la prensa contra un vecino de Puente de Vallecas (Madrid)

Recientemente, un grupo de neonazis llegaron a una zona tranquila y pacífica del barrio de Puente de Vallecas para generar altercados y violencia contra varias personas y hasta un gimnasio de la zona. Yo estaba allí, y fui testigo de la violencia gratuita de la banda de neonazis (sí, eran neonazis que no paraban de gritar <<rojo, maricón>> mientras lanzaban palos, piedras y rompían cristales) vinculados a una empresa de desocupación. También fui testigo de la llegada de más de 10 furgones de la Policía Nacional al lugar, pero tuve que irme rápidamente porque tengo una hija de 3 años y lo último que quiero es que por culpa de unos fascistas indeseables tenga que llorar alguna desgracia.

Para que se sepa la realidad que la televisión y los medios de derechas (Telemadrid, Cuatro, Telecinco) jamás llegaron a buscar, trasladando la propaganda de la propia empresa neonazi que les blanquea, quiero haceros llegar este comunicado enviado por el principal afectado del escándalo, el inquilino que desde 2024 viene siendo acosado por un exboxeador y ahora por una banda neonazi de desocupación.

Vecina, vecino, queremos informarte

No te creas todo lo que dice la TV y saca tus propias conclusiones.

La empresa APD Seguridad Iberia, agresora en toda esta historia y en muchas otras, son militantes de formaciones nazis y de ultraderecha que extorsionan, coaccionan, amenazan, usan la violencia e intimidan. El supuesto propietario damnificado, David Andrés, es un empresario valenciano, exboxeador, con una empresa de seguridad. Aunque conoce la situación del inmueble, desde septiembre de 2024 me amenaza con sacarme por la fuerza y aparece cuando le viene en gana, a veces con las cámaras de televisión y otras sin ellas. Ha intentado varias veces entrar por la fuerza, la primera vino acompañado de otro boxeador y dos menores (supuestamente hijos de su amigo) y estuvieron manipulando la puerta con un taladro hasta la llegada de la policía. Esta persona me ha grabado en mi casa sin mi permiso siempre que ha venido <<a hablar>>. Conduce coches de alta gama.

Desmentimos las mentiras que han ido soltando contra mí y la situación de esta casa

Mentiras que han difundido sin ninguna prueba televisiones sensacionalistas: Cuatro, Telecinco y Telemadrid. Te mostramos los documentos que demuestran que son falsas. Lo que estos periodistas no han hecho.

1ª mentira: Dice que es el dueño, pero no lo es

David Andrés (con la ayuda de las televisiones sensacionalistas) afirma que es propietario de la casa en la que vivo y me amenaza, extorsiona y coacciona para que la abandone, pero no es verdad que sea propietario.

Desde octubre del 2024, semanalmente saco una nota simple en el Registro de la Propiedad. Desde hace años hasta día de hoy, solo figuran tres herederos: los sobrinos de nación Cuesta (ya fellecida). No existe ningún otro documento ni escritura pendiente de anotación. Por tanto, no es cierto que sea el propietario.

Hemos visto y comprobado las escrituras que mostró ante el juzgado, pero ni siquiera coincide el número de la vivienda. Simplemente son falsas. Dice que se la han vendido por 20.000 €, pero todo el mundo sabe que ese precio es imposible en Madrid. No sabemos si ha comprado sin escrituras o se trata de otro chanchullo, pero no hay duda de que es ilegal. Si de verdad fuera dueño, lo reclamaría judicialmente, no por medio de amenazas y coacción.

2ª mentira: Aunque hablan de intentos de desahucio, nunca hubo orden de desahucio

A día de hoy, no hay ninguna causa abierta judicialmente que afecte a esta casa. No existe denuncia, no ha habido juicio, ninguna reclamación. Así que no existe ninguna orden de desahucio.

Hasta el momento, lo único cierto es que el Juzgado de Instrucción n.º 34 ha condenado a este sujeto como autor de delito de coacciones y me ha absuelto a mí, algo que quedó demostrado judicialmente.

3ª mentira: Injurias contra mi persona

La Cuatro. Telecinco y Telemadrid me atacan e insultan con el único objetivo de montar su show y beneficiarse del espectáculo. Lo suyo es desinformar y no documentarse Con la verdad, como sería su deber. Sin ninguna base, me han acusado de ser:

  • Ultra del Rayo Vallecano y me vinculan a los Bucaneros/as. Cuando no solo no soy ultra de ningún equipo, sino que ni siquiera me ha gustado nunca el fútbol.
  • Narcotraficante de un narcopiso, pero la verdad es que me dedico a cuidar a personas mayores y de hecho tengo un contrato como gerocultor.
  • Agresor en el altercado que se produjo el martes 14 de octubre de 2025, cuando lo cierto es que cada vez que vienen no puedo salir de casa, me tengo que parapetar para impedir que allanen mi vivienda y recibo todo tipo de insultos y amenazas.
  • Que he mantenido una negociación y pido dinero por irme. La verdad es que nunca he negociado absolutamente nada con él. ¿Por qué iba a hacerlo si no es el dueño? Si realmente fuera el dueño, reclamaría en el juzgado, algo que no ha hecho. Como no puede echarme, recurre a la fuerza y el circo mediático, que por desgracia le respalda.

Vecinas, vecinos, estoy a vuestra disposición para cualquier aclaración que necesitéis, porque sé que la razón está de mi lado. No quiero vivir con miedo a unos matones fascistas que buscan especular con este terreno. Y sobre todo quiero daros las gracias a todas las vecinas y vecinos que me estáis apoyando y os posicionáis. Gracias también al Club Deportivo La Fábrika por todo su apoyo. Si intentan criminalizarlos, es porque quieren proteger nuestro barrio.

Denunciamos el trato sesgado y vejatorio que estamos recibiendo por parte de la policía y la televisión, y el apoyo que dan a estos matones, fascistas y nazis.

Vecina, vecino, no les hagas el juego. Únete y lucha. ¡Fuera fascistas de nuestros barrios!

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Socializar la IA para evitar el tecno-feudalismo

Socializar la IA para evitar el tecno-feudalismo

Veo con inquietud cómo los medios publican noticias sobre qué empleos serán los primeros en ser destruidos por la IA. Como indígenas mostrando los objetos brillantes que intercambiaban con los colonos europeos, se regocijan en las migajas que Google les paga por el clickbait, sin ser conscientes de que están celebrando su propio funeral.

Durante más de un siglo, la teoría socialista clásica explicó la relación entre el trabajador y el capitalista a partir del control sobre los medios de producción. Decía Rudolf Rocker: 

La auténtica, definitiva y completa liberación de los trabajadores sólo es posible bajo una condición: la apropiación del capital, esto es, de las materias primas y los medios de producción, incluida la tierra, por parte del conjunto de los trabajadores.

Aunque la esencia de esa idea sigue vigente, el mundo ha cambiado radicalmente. Ni Marx ni Rocker pudieron prever que los medios de producción serían, en gran medida, intangibles. Hoy día, el 90 % del S&P 500 está compuesto por activos intangibles: patentes, marcas, algoritmos y redes neuronales 1.

La falsa democratización de la inteligencia artificial

Se habla con entusiasmo de la “democratización de la IA”, pero conviene preguntarse quién se beneficia realmente. En apariencia, todo el mundo tiene acceso a ella; en la práctica, las empresas que la desarrollan son las que más rédito obtienen de este intercambio.

Usando estas herramientas generas datos valiosos, contribuyes al fine-tuning y provees contexto real. Entrenar un modelo de lenguaje como GPT-5 cuesta cientos de millones de dólares en cómputo y energía² , más de 5 GWh, equivalente al consumo anual de unos mil hogares, pero millones de usuarios actúan como un sistema gratuito de validación y evaluación. Cada interacción ayuda indirectamente a afinar el modelo y a mejorar su ranking de respuestas. Sin embargo, lo más valioso son los metadatos: la hora del día, el dispositivo, la ubicación, el ritmo de escritura… Todo esto permite inferir patrones de atención, productividad y estilo cognitivo.

Así, las IAs se entrenan con estos intercambios gratuitos y se acercan al verdadero objetivo de las empresas que las diseñan: validar su viabilidad como sustituto del trabajador humano. Este es el problema central que nos atañe hoy, mientras los Estados titubean sobre cómo afrontarlo.

Incluso casos recientes, como el de un adolescente cuya muerte se ha vinculado a interacciones con un chatbot³, revelan la opacidad y falta de responsabilidad de sus algoritmos.

Es ingenuo pensar que las empresas privadas contribuirán voluntariamente a una renta básica universal, aunque haya debates sobre su implementación. Más bien se irán a países donde paguen menos impuestos, o incluso crearán los suyos propios. Pronto la casa Musk, la casa Altman o la casa Zuckerberg tendrán tanto los medios como los incentivos para hacerlo.

“Con la llegada de la IA, la asimetría entre el trabajador y el capitalista amenaza con agravarse hasta volverse estructural.”

Cooperativas de IA: una alternativa posible

Ante este escenario, urge pensar alternativas colectivas que otorguen a la sociedad el control sobre la inteligencia artificial y la orienten hacia el bienestar común. La IA debe servir para hacer más liviano el trabajo y para enfocarlo donde más se necesita, no únicamente donde más se pueda capitalizar.

Si los medios de producción del siglo XXI son los algoritmos, los modelos y los datos, la emancipación pasa por apropiárselos colectivamente. Una cooperativa de IA sería el equivalente digital de una fábrica obrera autogestionada. En ella, los datos, los modelos y las decisiones sobre su uso pertenecerían a quienes los producen y los sostienen, primando la transparencia algorítmica, la participación ciudadana y la ética por diseño.

Proyectos como LAION u OpenFold demuestran que miles de nodos pueden entrenar modelos abiertos sin pasar por una megacorporación. La idea no es nueva: a finales del siglo XX, el proyecto SETI@home permitió a miles de usuarios donar la capacidad ociosa de sus ordenadores para analizar señales de radio en busca de vida extraterrestre. Ese mismo principio podría inspirar una IA cooperativa distribuida, donde miles de nodos —desde pequeños servidores comunitarios hasta centros académicos— compartan poder de cómputo, modelos y datos abiertos.

Aunque hoy los grandes modelos requieren infraestructuras colosales, existen caminos intermedios. Así como los sistemas operativos crean la ilusión de multitarea al virtualizar la CPU, también podríamos imaginar una inteligencia cooperativa distribuida que coordine miles de modelos pequeños y especializados.

No sería una sola red gigantesca, sino una federación de inteligencias locales conectadas, capaces de compartir resultados y aprender juntas. Esa arquitectura, más orgánica que centralizada, se parecería menos a una fábrica y más a un ecosistema: diverso, colaborativo y autónomo.

El software libre es la prueba viva de que la descentralización y la autorregulación son posibles: un espacio donde la cooperación nace desde abajo, sin jefes ni dueños, solo con la inteligencia colectiva de quienes construyen y comparten.

Frente a corporaciones que privatizan el conocimiento, una cooperativa de IA actuaría como un tercer actor: descentralizado, democrático y transparente. No busca competir con el capital, sino sustraer de él el monopolio del saber automatizado. Mecanismos como la licencia Peer Production License⁸ o las cláusulas de Exit-to-Community⁹ permitirían que una startup madura transfiriera sus modelos y datos a una comunidad de usuarios, asegurando su control colectivo.

Conclusión: entre la utopía y la urgencia

En un mundo donde las empresas tienen más poder que los Estados, socializar la IA es más urgente que nunca: ponerla al servicio del pueblo, no solo democratizar su acceso. La inteligencia artificial debe estar bajo el control del proletariado, del mismo modo en que los socialistas clásicos hablaban de los medios de producción.

Todavía estamos a tiempo de elegir: si será una herramienta de emancipación colectiva o el instrumento perfecto del nuevo tecno-feudalismo.

Referencias

  1. Visual Capitalist, The Soaring Value of Intangible Assets in the S&P 500 (2023).
  2. AlgoritmosVerdes.gob.es, Informe sobre consumo energético de modelos lingüísticos (2025).
  3. Wikipedia, Suicide of a teenager linked to a chatbot (2024).
  4. Cato Institute, Universal Basic Income Is Not the Answer When AI Comes for Jobs (2023).
  5. Data Co-ops Handbook (2024).
  6. El País, Cooperativas de datos en la era de la IA (2024).
  7. CNT, Anarquismo, software libre y comunidad (2022).
  8. P2P Foundation, Peer Production License (2024).
  9. Media Economies Design Lab, Exit-to-Community (2024).

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Estudio sobre los cazadores y Ok Diario

Leo en Ok diario una noticia sobre los cazadores

Adiós al mayor mito de los cazadores españoles: un estudio científico desmiente todo lo que se pensaba hasta ahora

El artículo, que dice basarse en un informe elaborado con la colaboración de la Fundación Artemisan y Deloitte, dice, entre otras cosas que:

  • El cazador en España no responde al estereotipo del empresario adinerado
  • En términos de ingresos, la media mensual neta se sitúa en 2.011 €
  • El gasto medio anual de un cazador alcanza los 12.069 €

Tal vez se me escapa algo, pero si los ingresos netos del cazador medio son 2.011 €/mes, 28.154 €/año si cobra 14 pagas, y el gasto medio es de 12.069 €/año....

¿El cazador medio se gasta el 43 % de sus ingresos netos en la caza?

¿El artículo miente como un bellaco?

¿Nos tenemos que creer la mención del informe original que dice que el colectivo de cazadores invierte 289 millones al año en gestión y conservación del medio ambiente?

¿Responde todo esto a un greenwashing de la caza?

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menéame