#2 Me temo que en Indonesia, que no destaca precisamente por su esquisitez en el respeto a los derechos humanos, va a estar chunga la cosa.
Coñas aparte yo si fuera Arrojo estaría preocupado como poco. Pero los que sí lo tienen crudo son los ecologistas locales.
Lo más lógico viendo el nivel que está tomando la extrema derecha a nivel mundial, es empezar a hacer como alemania:
Seguimientos y a la mínima que atenten contra el estado y los derechos de los ciudadanos, a la cárcel y tirar la llave