#4 Ese es el problema. Su tamaño y que están pensados para optimizar el número de camarotes exteriores. Al final, son cajas de zapatos flotantes, con unas dimensiones brutales y muy poco marineras.
#4 Lógico, pero eso no justifica que las maromas de amarre se puedan romper. Todo eso se calcula al diseñar el barco. Y no creo que haya arrancado los norays.
#2 Y todavía hay mucha gente, de este mismo site, que siguen señalando a Pablo.
La gravedad del genocidio de ancianos en Madrid es que se filtraron los documentos internos de la CAM de instrucciones a seguir: son viejos que no valen nada; si se contagian que se jodan y mueran asfixiados como perros en la residencia.
#4#2 El plan estrella de Joseph Biden amenaza con convertirse en una nueva batalla comercial entre Estados Unidos y Europa. La ley de estímulo fiscal promovida por el presidente estadounidense ya ha sido aprobada por el Senado, aunque todavía no tiene el visto bueno de la Cámara de Representantes, y Bruselas advierte de que en su redacción actual “es claramente discriminatoria” con los vehículos eléctricos que se fabrican en la UE, según explica a EL PAÍS un portavoz de la Comisión Europea. Esto ha llevado al Ejecutivo que preside Ursula von der Leyen a exigir por escrito y oralmente ante el Departamento de Estado y el de Comercio que esos “elementos discriminatorios” desaparezcan del texto “para garantizar que cumple con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”.
Nadie esperaba que la sola llegada de Biden a la Casa Blanca resolviera de un plumazo todos los conflictos comerciales que hay entre Bruselas y Washington, tanto los que abrió Donald Trump como los que venían de antes. De hecho, en la historia política estadounidense es más fácil encontrar a los demócratas en el lado proteccionista que a los republicanos, al menos hasta la llegada a la Casa Blanca del magnate neoyorquino y sin olvidar las estruendosas salvedades de algunas decisiones de George Bush hijo. Sin embargo, con esta Administración en Washington, las relaciones a ambos lados del Atlántico han mejorado mucho y se ha empezado a resolver varios conflictos: en junio de 2021, por ejemplo, se suspendió por cinco años el conflicto Airbus-Boeing, abierto en 2004, y los aranceles que ambas partes se aplicaban por esta pelea, que ascendían a unos 10.300 millones de euros; además, cuatro meses después empezaron las conversaciones para acabar con las disputas sobre el aluminio y el acero. Ahora, en cambio, surge este obstáculo cuando los dos socios están mucho más pendientes de China y de ver cómo aumentan las exigencias que imponen al gigante asiático para competir con él en igualdad de… » ver todo el comentario