Zelensky es woke. Revelador análisis desde la lente de un vocero de la ultraderecha internacional

Antes de empezar a leer el texto, os recomiendo ver este vídeo con la discusión íntegra entre Trump, Vance y Zelensky en el Despacho Oval www.eldiario.es/internacional/discusion-completa-donald-trump-zelenski

Un segundo factor a valorar antes de entrar en faena: Trump se burló de Zelensky a la entrada de la Casa Blanca por acudir con ropa militar al encuentro. Más adelante, fuentes del gobierno estadounidense manifestaron que presentarse sin traje había sido una falta de respeto. Ciertamente Trump es un patán y su vicepresidente un fundamentalista ultracatólico, pero seguro que alguien de la Casa Blanca tenía la cultura suficiente para recordar que Churchill, durante la Segunda Guerra Mundial, acudía en ropa militar (y no de gala sino de soldado raso) a visitar a Roosvelt. Por respeto a su pueblo y como muestra de su absoluta entrega a la lucha contra el invasor. De ahí que la crítica por la vestimenta de Zelensky me parezca una mera excusa para maltratar y humillar, una vez más, al mandatario.

Entremos en materia. De entre los múltiples análisis sobre los exabruptos y gritos en el Despacho Oval, me ha llamado la atención el del empresario ultraderechista, amigo personal de Musk, admirador de Trump y Milei, y dueño de una parte de Menéame, Martin Varsavsky. Paso a copiarlo:

Así que, según Varsavsky, todo se reduce a una lucha global de Woke (para ellos woke es todo lo que no encaje en su pensamiento ultraderechista) contra MAGA (para quien no lo sepa, MAGA es Make América Great Again). Pues, lamentablemente, tiene toda la razón. Putin y Trump conectan ideológicamente, y mucho. Ambos tienen la misma visión de la mujer, los homosexuales, el poder o el papel de la religión en la sociedad, y por eso promueven a los mismos partidos ultraderechistas a nivel mundial (hace poco escribí este artículo sobre la cuestión www.meneame.net/m/Artículos/ucrania-gaza-internacional-ultraderechist)

Pero el caso de Vance es aún peor. Su fanatismo ultracatólico le ha llevado a vincularse con los sectores más integristas de la ultraderecha rusa, como puede verse en www.montevideo.com.uy/Noticias/Vance-la-conexion-rusa-con-el-candidato

Con este panorama, es obvio que la lucha global que cita Varsavsky existe. Pero no es Woke contra MAGA. Es Antiguo Régimen contra democracia y Derechos Humanos. Es reconocimiento universal de la dignidad humana frente a "arrodíllate ante mí o te exterminaré, porque soy el más fuerte". Son derechos laborales frente a "vas a hacer todas las horas extras que quiera sin cobrarlas por mis cojones". Es Derecho Internacional frente a "si tengo más tanques que tú serás mi vasallo por el poder de mi ejército". Es igualdad ante la ley frente a "usted no sabe con quién está hablando". Es autodeterminación individual frente a "eres español y por eso debes ser hetero y muy macho, y tienen que gustarte los toros y las romerías, porque si no eres un mal patriota". Es civilización frente a barbarie.

La lucha es difícil para "los buenos" por varios motivos. El primero es que el compromiso con la democracia, los Derechos Humanos y el respeto al Derecho Internacional de una buena parte de los gobernantes que dicen defenderlos, ha sido bastante imperfecto, y por eso su implantación a nivel global (y dentro de muchos Estados occidentales) es realmente deficiente. "Los malos" quieren cargarse los pocos resortes y garantías que hemos establecido para garantizar esos derechos y valores, pero el importante déficit de compromiso en su defensa de gente como Von der Leyen o Biden debilita considerablemente, en cuanto a legitimidad moral, al bando de "los buenos", donde hay desde partidos y gobiernos verdaderamente decentes a otros muy impresentables.

El segundo problema es que, como en El Señor de los Anillos, la ultraderecha internacional ha erigido dos torres, Mordor e Isengard, Washington y Moscú, que la vuelven más fuerte que nunca. Tengo fe en que una bestia parda y obtusa como Trump no aguante una segunda legislatura, y en que sus partidos satélites europeos, que también son los de Putin, se vayan debilitando conforme toquen poder precisamente por lo corruptos, inhumanos e impresentables en general que son (los escándalos de corrupción e incluso pederastia entre los partidos de la ultraderecha europea empiezan a reproducirse velozmente). Por eso pienso que dentro de 4 años estaremos mucho mejor...pero hay que aguantar hasta entonces.

Y para esa resistencia, los errores de Trump son un excelente combustible. Por ejemplo intentar humillar a Zelensky en público y recibir firmeza y contundencia por su parte. Que el gobernante de un país al borde del abismo tenga el coraje de plantar cara al coloso que además es vital para su supervivencia, resulta muy inspirador. Porque los seres humanos somos libres por naturaleza, y pocas cosas nos inspiran más que el heroísmo, la resistencia del débil contra el fuerte, el triunfo del orgullo sobre la fuerza bruta.

Los animales huyen ante el fuerte por miedo a ser devorados. Los humanos sabemos que vale más morir de pie que vivir de rodillas, porque en el fondo de nuestro corazón está escrito que merecemos una vida digna y no una mera subsistencia de alimaña...y precisamente eso nos hace humanos. De ahí que el ejemplo de los que resisten y no se someten a la ley de la selva (o del Antiguo Régimen que Trump y Putin quieren reimplantar) tenga una potencia capaz de obrar milagros y multiplicar las fuerzas de quienes no se someten a la tiranía del más fuerte...hasta el punto de convertirles en un rival capaz de derrotarle.

Son tiempos oscuros, pero con destellos que nos muestran que no todo está perdido, y que Woke (reitero, entendido como todo aquel que no se somete a la lógica de la ultraderecha, porque así es como Trump, Abascal y Putin conciben el término) puede, por mucho que le duela a Varsavsky, derrotar a MAGA, esto es, a la internacional ultraderechista.