Año 2013, Pujalte charla con Jordi Evolé sobre el buen funcionamiento de la financiación de los partidos, la interferencia entre actividades públicas y privadas, la demagogia practicada por los medios en este campo, el morbo por publicar la declaración de la renta de los políticos. Defiende la independencia del tribunal de cuentas, en el que, asegura, solo hay un miembro del PP. Y FAES, no es la fundación del PP, según su criterio. RELACIONADA: Hacienda descubre el pago de 354.000 euros de una constructora a Trillo y Martínez Pujalte
Comentarios
Un video devastador por su chulería y actitud defensiva. Hoy tiene todo el sentido.
Tremenda la entrevista, de vergüenza ajena.
Bueno, bueno, bueno. Pujalte es el amo, un crack de la estolidez.
Verdadero asco ver y sufrir como este desalmado nos toma el pelo en la cara. Dan arcadas cada vez que lo veo repetir una y otra vez " no es lo que parece" mientras lo vemos retirando las manos llenas de sangre del cadáver todavía caliente.
Tengo asumido que aunque todos terminen en la cárcel, condenados y culpables, todavía tendremos que aguantar que muchos hijos de puta los vuelan a votar, por "el bien de España".
Maldito país de fascistas, lobotomizados y borregos deseosos de señoritos y caciques.
Y como existe una ley hecha ha medida, pues lo que hacemos no es malo, es simple acorde a la ley. El día que pongan el derecho de pernada como ley, tocará, como siempre, agachar la cabeza, porque la ley es la ley.
El problema es que hay gente en este país que sigue defendiendo las leyes como garantes del estado de derecho, por encima de si son éticas o justas.
Me sorprende que la gente vote antigua cuando pone en la entradilla "Videoteca" y "2013", cuando este hombre está ahora en la palestra informativa y en este video se ve en todo su ser.
#3 Nunca mejor dicho. "Quien hace la ley, hace la trampa"
Lo mismo argumentan en el caso de CyL sobre las plantas eólicas, pero como aquí las palabras "vergüenza" y "dimitir", junto con el olvido selectivo de los votantes o simplemente ser fanáticos, hace que perduren en el tiempo.
Évole, no Evolé