¿Alguna vez ha experimentado un servicio deficiente en un restaurante u hotel? Los hallazgos de un nuevo estudio sugieren que para ciertas personas, un camarero o empleado grosero puede influir en lo sabroso que le parezca la comida o en lo atractivas que parezcan las habitaciones en hoteles.
Sí, una buena comida puede estropearse por una atención deficiente. Al igual que un buen hotel resultar bastante menos acogedor por culpa de recepcionistas poco profesionales. Ambas cosas me han sucedido. Y a la inversa.
Es como cuando la gente paga más por ciertos productos, nos acaban sabiendo mejor en general, ya apareció por aquí una noticia que hablaba sobre el vino:
Cosa contraria es la situación que vivimos quienes trabajamos en turismo, que tenemos que dar nuestra mejor sonrisa aún sabiendo que el plato no es de calidad o dando la llave de una habitación que no cumple los estándares y, al final, la culpa es del personal que no ha sido suficientemente simpático. Ahorro en costes pero, eso sí, muy sonrientes todos.
Comentarios
El título del artículo parece el nombre de una peli porno de mala calidad
#1
#1
Sip, con "camarero" se entendería mejor... ^^
Sí, una buena comida puede estropearse por una atención deficiente. Al igual que un buen hotel resultar bastante menos acogedor por culpa de recepcionistas poco profesionales. Ambas cosas me han sucedido. Y a la inversa.
#4 ¿Y a la inversa? ¿Te ha resultado la comida menos acogedora y un hotel se ha estropeado? ¡Qué cosas!
Si lo veo escupiendo en mi comida, si. Y si se mea en la sopa, ni te cuento...
Mozo o moza ruda o rudo
No sé que decía la noticia de justo encima sobre el olor de los machos...
Es como cuando la gente paga más por ciertos productos, nos acaban sabiendo mejor en general, ya apareció por aquí una noticia que hablaba sobre el vino:
"El vino caro me sabe mejor que el vino barato aunque sea el mismo"
El vino caro me sabe mejor que el vino barato aunque sea el mismo
El vino caro me sabe mejor que el vino barato aunq...
yorokobu.esPues claro que influye. Una cosa es que te echen de comer y otra comer en un sitio agradable con buena comida y gente agradable.
Cosa contraria es la situación que vivimos quienes trabajamos en turismo, que tenemos que dar nuestra mejor sonrisa aún sabiendo que el plato no es de calidad o dando la llave de una habitación que no cumple los estándares y, al final, la culpa es del personal que no ha sido suficientemente simpático. Ahorro en costes pero, eso sí, muy sonrientes todos.