La reducción de poblaciones de tiburones europeos es ya un hecho, así como los peligros para las poblaciones mundiales como resultado de la política de la Unión Europea (UE). El ‘cercenamiento’, la práctica de echar por la borda el cuerpo de un tiburón tras haberle cortado sus valiosas aletas, está prohibido en muchos países, pero la creciente demanda de aletas —que cada año aumenta alrededor de un 5 por ciento— está provocando la explotación de resquicios legales y este último intento de debilitar los reglamentos de la UE.
|
etiquetas: tiburones