#5 Ahhh, pues no tenía ni idea de que había adultos coleccionando sets de Playmobil (sí tenía constancia de que Lego tiene su tirada entre la población no infantil).
Hace un par de años fui con la familia al parque temático de lego en Alemania. Y ya que estábamos nos acercamos al de Playmobil. Que maravilla, montar en el barco pirata en el que había jugado de niño. Lo recomiendo.
function estima que ya ha tenido bastante menéame por hoy. Ha sido un día más, a fin de cuentas, sin nada especial que destacar. Mañana será diferente, pues es su cumpleaños. Le viene un recuerdo de infancia, no sabe porqué. ¿Será por los juguetes? Entonces sí que el día de cumpleaños era un día especial, especial de verdad. Esa sensación de novedad, de recibir el regalo, de jugar, de disfrutar..., qué lejos queda hoy.
Ha tenido una cena ligera y no espera más de lo que queda del día que un plácido encuentro con la almohada tras la preceptiva limpieza bucal. Baja la pantalla de su portátil y mientras el ordenador se apaga por sí sólo apaga la luz del cuarto y sale de la habitación.
Sentado en la cama estira el pie derecho para desprenderse de la correspondiente zapatilla en un movimiento patadil. Luego repite la operación con el pie izquierdo, esta vez con más fuerza, un gesto juguetón, casi infantil, podría decirse, cuando al regresar el pie hacia atrás éste toca en su parte del talón con algo que hay debajo de la cama.
-- ¿Pero qué...?
Mueve el pie adelante y otra vez atrás, y otra vez nota ese algo bajo la cama.
-- ¿Qué hay aquí? ¿Una caja?
Pasa varios segundos rumiando, trata de adivinar qué anodino objeto, pero misterioso en ese momento, puede ser el que se encuentre ahí abajo. ¿Aquella caja de plástico de los chinos donde guarda papeles y cosas innecesarias? ¿Una caja de zapatos? ¿Unos archivadores? No sería la primera vez que redescubre alguna cosa que ha guardado hace tiempo y que ni recordaba que tuviese por casa.
No consigue pensar en ningún objeto al que, mentalmente, apostar, por lo que sin más alarga la mano hacia la lámpara y la enciende. Bbaja de la cama, se arrodilla y con una mano levanta la sábana para poder observar con plenitud el objeto.
Es una caja púrpura que nunca ha visto antes, de cartón, pero plastificada, brillante.
-- ¡¿Qué es esto?!
El lado lleva unas cuantas letras impresas, frases, se trata de la caja de algún producto. Con las dos manos la toma de los lados y la desplaza hacia sí mismo, sacándola completamente de debajo de la cama.
-- Pero si esto es... De cuando yo... Nunca lo tuve...
En la cara superior hay unas fotografías impresas y más líneas de texto. Gira la caja para que poderlas leer con facilidad, aunque sabe lo que es. Un escalofrío recorre su espalda.
-- No es posible... No puede ser... Tantos años... ¿Qué hace aquí?
Permanece con la mirada fija sobre la caja, sus dedos acarician los laterales, la cara superior, mirando las fotos y leyendo los textos una y otra vez, su respiración se vuelve profunda. Se descubre a sí mismo tembloroso, necesita dejar pasar algunos minutos antes de seguir.
-- Gracias --susurra elevando la vista al cielo--, quienquiera que seas.
Unas lágrimas caen sobre la caja. Las limpia con los dedos. Llegó el momento de abrirla...
#6 No te lo tomes así. Es cierto que lo que a uno le gusta a otro le puede generar vergüenza ajena, sólo era una forma de subrayar este hecho y, si se desea, de generar un debate sobre las cosas que un adulto colecciona y que se pueden interpretar o malinterpretar (ahí está el debate) como de niños, nada más.
Comentarios
#4 más de 15 años?
poco conoces tu las edades de los fans de playmobil o de lego, de los 30 para arriba.
#5 Ahhh, pues no tenía ni idea de que había adultos coleccionando sets de Playmobil (sí tenía constancia de que Lego tiene su tirada entre la población no infantil).
Hace un par de años fui con la familia al parque temático de lego en Alemania. Y ya que estábamos nos acercamos al de Playmobil. Que maravilla, montar en el barco pirata en el que había jugado de niño. Lo recomiendo.
#12 aún conservo ese barco, y un ovni, helicóptero, etc...
#4 Vergüenza la tuya, me vas a decir lo que puedo o no puedo decir. Ya solo me faltaba.
#6 ¡He desatado a la bestia!
- - -
function estima que ya ha tenido bastante menéame por hoy. Ha sido un día más, a fin de cuentas, sin nada especial que destacar. Mañana será diferente, pues es su cumpleaños. Le viene un recuerdo de infancia, no sabe porqué. ¿Será por los juguetes? Entonces sí que el día de cumpleaños era un día especial, especial de verdad. Esa sensación de novedad, de recibir el regalo, de jugar, de disfrutar..., qué lejos queda hoy.
Ha tenido una cena ligera y no espera más de lo que queda del día que un plácido encuentro con la almohada tras la preceptiva limpieza bucal. Baja la pantalla de su portátil y mientras el ordenador se apaga por sí sólo apaga la luz del cuarto y sale de la habitación.
Sentado en la cama estira el pie derecho para desprenderse de la correspondiente zapatilla en un movimiento patadil. Luego repite la operación con el pie izquierdo, esta vez con más fuerza, un gesto juguetón, casi infantil, podría decirse, cuando al regresar el pie hacia atrás éste toca en su parte del talón con algo que hay debajo de la cama.
-- ¿Pero qué...?
Mueve el pie adelante y otra vez atrás, y otra vez nota ese algo bajo la cama.
-- ¿Qué hay aquí? ¿Una caja?
Pasa varios segundos rumiando, trata de adivinar qué anodino objeto, pero misterioso en ese momento, puede ser el que se encuentre ahí abajo. ¿Aquella caja de plástico de los chinos donde guarda papeles y cosas innecesarias? ¿Una caja de zapatos? ¿Unos archivadores? No sería la primera vez que redescubre alguna cosa que ha guardado hace tiempo y que ni recordaba que tuviese por casa.
No consigue pensar en ningún objeto al que, mentalmente, apostar, por lo que sin más alarga la mano hacia la lámpara y la enciende. Bbaja de la cama, se arrodilla y con una mano levanta la sábana para poder observar con plenitud el objeto.
Es una caja púrpura que nunca ha visto antes, de cartón, pero plastificada, brillante.
-- ¡¿Qué es esto?!
El lado lleva unas cuantas letras impresas, frases, se trata de la caja de algún producto. Con las dos manos la toma de los lados y la desplaza hacia sí mismo, sacándola completamente de debajo de la cama.
-- Pero si esto es... De cuando yo... Nunca lo tuve...
En la cara superior hay unas fotografías impresas y más líneas de texto. Gira la caja para que poderlas leer con facilidad, aunque sabe lo que es. Un escalofrío recorre su espalda.
-- No es posible... No puede ser... Tantos años... ¿Qué hace aquí?
Permanece con la mirada fija sobre la caja, sus dedos acarician los laterales, la cara superior, mirando las fotos y leyendo los textos una y otra vez, su respiración se vuelve profunda. Se descubre a sí mismo tembloroso, necesita dejar pasar algunos minutos antes de seguir.
-- Gracias --susurra elevando la vista al cielo--, quienquiera que seas.
Unas lágrimas caen sobre la caja. Las limpia con los dedos. Llegó el momento de abrirla...
#6 No te lo tomes así. Es cierto que lo que a uno le gusta a otro le puede generar vergüenza ajena, sólo era una forma de subrayar este hecho y, si se desea, de generar un debate sobre las cosas que un adulto colecciona y que se pueden interpretar o malinterpretar (ahí está el debate) como de niños, nada más.
Yo era de Famobil.
#3 Eso es que eres muy viejo.
Como yo.
#3 hola
Yo también era de Famobil pero no conocía la historia, dejo el link de Wikipedia donde me he puesto al día %)
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Famobil
Cada vez más feos y caros, se han vuelto muy dados a franquicias famosas y despues de tanto presumir, por lo que miré por ultima vez, chinos...
Yo estas navidades me regale el coche de regreso al futuro.
#1 Si tienes más de 15 años, por favor, ahórranos la vergüenza ajena y no nos digas tu edad...
DISCLAIMER: function se reserva el derecho de mantener la privacidad sobre su edad y sus autorregalos.
A base de click-bait...