Ciencia es creer lo que te dice el mundo. Religión es creer lo que te dicen otras personas.
Sin embargo, las personas religiosas incurren deshonestamente en el mismo principio epistemológico que critican a la ciencia. Un científico exige pruebas de las afirmaciones. Un religioso cree no exigirlas, pero en realidad también las exige, solo que para un religioso una prueba es un libro sagrado escrito por otras personas.
Es decir, el religioso critica al científico por exigir pruebas, cuando el religioso también requiere pruebas, con lo cual se está desmontando y desacreditando intelectualmente a sí mismo.
A veces los religiosos atacan a los científicos alegando que "ellos también creen". En realidad, deberían ser los científicos los que ataquen a los religiosos alegando que, en cierto modo, ellos "tampoco creen" sin pruebas. Al fin y al cabo, si los religiosos estuviesen tan dispuestos a creer sin pruebas, no tendrían ningún problema con creer ciegamente a la ciencia.