Para prevenir la picaresca de utilizar fondos de la institución en beneficio propio. La Eurocámara emplea cerca de 140 millones de euros al año en pagar los servicios de los asistentes, a razón de unos 15.000 euros mensuales por eurodiputado. Según fuentes parlamentarias, la contratación de esposas, hijos u otros parientes como ayudantes a sueldo del contribuyente se da actualmente con 'cierta frecuencia', en particular entre los eurodiputados británicos.
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