¿Qué mejor forma de compensar una crianza ineficiente o la falta de confianza de los padres en sus hijos que contratando detectives escudándose en la excusa de las "amistades peligrosas" y los riesgos de la sociedad de hoy en día? Mil no es un número demasiado elevado, pero aún así sorprende los extremos a los que llegan algunos padres irresponsables que no respetan la privacidad de otros, por muy hijos suyos que sean.
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