No es oro todo lo que reluce. Ni el capitán Fletcher Christian fue el gallardo defensor de su tripulación que representó Marlon Brando en el cine, ni el capitán William Bligh fue aquel patán arrogante que provocó el motín de su tripulación. De hecho, Bligh fue el protagonista de una peligrosa aventura que nadie ha sido capaz de repetir hasta hoy. Por desgracia, el cine convierte en verdades las más absurdas invenciones, y éste es uno de los más sangrantes casos.
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