Comentarios

D

#8 y después en portada una noticia de que "Belmonte va en busca de su segunda medalla"

D

#8 Se les tendría que caer la cara de vergüenza, este articulo parece un deseo de hundirla,(quizás por ser catalana).....

tensentidiño

A veces da vergüenza ajena y coraje ver como un deportista de una disciplina minoritaria, surgido por generación espontánea gracias a su esfuerzo y dedicación, y que alcanza la élite mundial de su deporte a pesar de no haber recibido nunca el apoyo de los medios soportar preguntas del tipo: "¿Ha sido un fracaso?" cuando no llegan a las medallas. Preguntas hechas normalmente por periodistas que no habían oído hablar de ese atleta hasta dos días antes de las olimpiadas. Hay que tener mucho autocontrol para no saltarles al cuello, y más en caliente.

w

Viendo lo que se apoya en España al deporte... me sorprende que alguno llegue a las olimpiadas, pa lo poco que se les da, mucho hacen.

Saludos

daniabril

Más que irónico es patético.

D

Lo importante es participar. Ya lo decía Espinete.

Fotoperfecta

#2 Ya. Pero algunos se mueven menos que Don Pimpón en una cama de velcro

borre

A ver si hay suerte y llega a portada.

a

Los deportistas son algo que aparecen espontanea y magicamente cada cuatro al inicio de los juegos olimpicos...y desaparecen cuando se apaga el pebetero.

Si ganan alguna medalla se les recuerda vagamente... sino desaparecen "como lagrimas en la lluvia".

Es absurdo pretender que los periodistas se dedique a hablar de algo que no existe.

y_punto

no me va el enlace

dosvga

Es cierto, las olimpiadas son un oasis para ver deportes olvidados y arrinconados en los medios actuales. Estoy flipando con el ciclismo en pista, por ejemplo. Que solo puedo gozar cada cuatro años. Del atletismo, por ejemplo, hay más ocasiones porque hay algo más de tirón.

Waterpolo, balonmano (femenino), piragüísmo... es una delicia poder gozar de estos deportes, de verdad, en la televisión y con retransmisiones muy bien editadas. Lo del fútbol, en este país, es una tristeza.

juanmiguel

¡Estaba clarinete! Buen artículo