En los 50 aún no había advertencias en las cajetillas de tabaco, ni anuncios en televisión hablando de sus prejuicios. Fumar era señal de sofisticación, parte de un estilo de vida al que todo el mundo quería optar. Y el culmen de la sofisticación era utilizar accesorios como estos, de lo más pintones… pero poco prácticos en la vida real.
|
etiquetas: cigarros , tabaco , boquillas , años 50