El periodista Julià Álvaro cuenta la alucinante peripecia del también periodista Javier Gallego, que tras dejar la Cadena Ser para mejorar laboralmente en TVE, se vio a los pocos meses en la calle y trabajando gratuitamente para la cadena de radio del Grupo Prisa, que le reclamaba una indemnización por haber dejado su anterior puesto de trabajo.
Eso pasa por firmar contratos sin leerlos, o aceptando cláusulas leoninas. Desde luego, PRISA se cubre de gloria haciéndole eso a un trabajador, pero también el trabajador se lo podía haber pensado antes de entrar a trabajar con ellos.
Un poco abusiva esa cláusula del contrato, putos negreros estos de G.Prisa, esta claro que gentuza hay en todos lados, sin importar la pierna de la que cojean.
Comentarios
Mira que son malos por hacerle cumplir un contrato.
Eso pasa por firmar contratos sin leerlos, o aceptando cláusulas leoninas. Desde luego, PRISA se cubre de gloria haciéndole eso a un trabajador, pero también el trabajador se lo podía haber pensado antes de entrar a trabajar con ellos.
¡El Apocalipsis!
¿Qué pasa? Era lo único que me hacía gracia de él cuando estaba en "No somos nadie".
Un poco abusiva esa cláusula del contrato, putos negreros estos de G.Prisa, esta claro que gentuza hay en todos lados, sin importar la pierna de la que cojean.
Lo mismo le han hecho a Gabilondo mandándole a cuatro
criticas a prisa?
cuidao que te censuran...
Me huele a corporativismo barato. La truculenta historia de un sapo que no pudo ser príncipe