Se trata de un iglú, solo que alejado del polo norte, pero tampoco demasiado. Y es que no hace falta estar en el círculo polar ártico para sufrir temperaturas bajo cero y morir por hipotermia, algo que desgraciadamente todavía sucede en cualquier ciudad del primer mundo. Ser vagabundo es terrible, pero la amenaza del frío, lluvia y hielo representa una auténtica amenaza para la supervivencia. El iglú se transporta, se monta y se desmonta muy fácil y rápidamente; el interior es ignífugo, capaz de subir la temperatura 15º y 95% es reciclable.
Comentarios
Ha inventado una tienda de campaña... Uhhhh!
#3 Veo que no has leido la noticia:
"Así que si habías pensado que ya estaba inventado porque básicamente viene a ser lo mismo que una tienda de campaña, no podías estar más equivocado. Es más resistente, más grande, más compacta y viene integrada con una lámpara solar y ventilación.
Por cierto, se monta en un abrir y cerrar de ojos, como algunas tiendas de los anuncios, pero insistimos: no tiene nada que ver con una tienda de camping de las que estás acostumbrado a ver:"
#6 es mas como las cajas de carton que utilizan ahora, pero en poliestireno extruido con capa interior de aluminio.
Del derecho a una vivienda digna mejor no hablamos, no sea que le siente mal a los patrocinadores o que alguien se de cuenta del absurdo que vivimos.
#4. Es que al mendigo le mantienen calentito y seco los hechos, los derechos, los discursos estériles circulares, y el papel mojado drmagógico os los deja a los teóricos para procastinar y dar la brasa trabajándoles la mala conciencia a los demás.
En la Pepa y en la constitución de los EEUU se menciona la obligación del Estado a facilitar la felicidad de sus ciudadanos.
Más papel mojado.
#7 hagamos hechos de esos derechos
#9. A la ingeniería la veo, a los ideólogos les creo (poco, y cuando merecen crédito).
Una es corpórea, palpable, resuelve; los otros trabajan con éter y buenas intenciones.
Hechos son amores, y no buenas razones.
Y así de paso no se le ve.
#1 j... eso sí que es ver el lado bueno...
El precio de fabricación medio es de 150€.
Por ese dinero, el sintecho puede comprarse (si decide invertir ese dinero en esto y no en otra cosa) unos 10m² de planchas de poliisocianurato de 10cm (el aislante térmico comercial más eficiente); tendrá más espacio y mejor aislamiento.
#5. Un ortoedro de sólo 2 m3 de volumen que conste de seis lados de medidas 2 m de alto y 1 m x 1 m de base ya requiere esos 10 m2 de aislante, no le sobra nada.
Y eso suponiendo que cuente con las herramientas para cortar el material y unirlo (y que además pueda hacerlo desmontable para transportarlo); seguirá teniendo que darle un tratamiento hidrófugo, proteger las juntas, protegerse él de las partículas que desprenda, y resolver el tema de la ventilación, bisagras-cierres, anclaje al suelo y la iluminación.
#8 una placa de extruido de 3cm de grosor, de 1,2x2,5m cuesta menos de 6 euros. no son esos 10cm, pero funciona bastante bien.
para lo de unirlo, cinta americana. para el tratamiento hidrofugo, el poliestireno extruido es hidrofugo. el resto son detalles facilmente solucionables.
#12. En el artículo no menciona qué material están usando, aunque el XPS sí que daría mayor resistencia mecánica que otros aislamientos... El problema supongo que sigue siendo el reciclaje fácil.
Lo que sí mencionan es un recubrimiento interior de chapa de aluminio para hacerlo ignífugo, y eso no resulta ya tan barato.
Yo creo que está orientado a hacerlo portátil y resistente, y a desplegar campamentos rápidamente para emergencias o refugiados.
#13 no parece xps, parece hecho de 4 partes y la superior es curva. parece flexible.
pero bueno, el mayor problema que tendra esta gente es instalar el campamento en un sitio que no se lo revienten y guardarlo mientras no lo utilicen. tanto si lo hacen con placas xps como si usan el sistema del articulo, no es algo para llevarse pueso de un lado a otro, no es manejable.
el precio supongo que incluye la mano de obra para construirlo y algun tipo de beneficio. opino que no esta orientado a cobrarselo al indigente, sino a venderselo a un organismo publico para que lo reparta de forma gratuita.