El hombre que plantaba árboles (1987), del canadiense Frédérick Back, está considerado uno de los mejores cortometrajes animados de todos los tiempos. Él se declara activista defensor de los animales, a quienes considera sus amigos y a los que, por lo tanto, no se los come.
Comentarios
Yo soy más de plantar pinos.
Extraordinario cortometraje.
Siempre de buen gusto y formativo tu blog, Enrique.
PTB