Hito en la propaganda: presentar los gritos de "Tarancón al paredón" como acto revolucionario

Las cuentas de twitter vinculadas a la ultraderecha llevan varios días explotando los ataques de Vox a la Conferencia Episcopal por defender la libertad religiosa de los musulmanes en Jumilla. El mensaje siempre es el mismo: sólo Vox se atreve a enfrentarse a los grandes líderes del sistema, por poderosos que sean, para defender España. Sólo Vox planta cara a una Iglesia vendida al bipartidismo.

Para entender lo acontecido, hay que tener muy en cuenta este tweet de la cuenta oficial de Vox x.com/vox_es/status/1953563575475482876 :

¿Quién es ese cardenal que, como Vox, usa el término "islamismo" para satanizar a todos los musulmanes y llamarles bárbaros, evidenciando que el discurso voxero no nace de España sino que es traducción al castellano del argumentario de la ultraderecha internacional? Podéis encontrar muchas cosas sobre él en internet, pero creo que esta frase le define especialmente www.swissinfo.ch/spa/el-cardenal-guineano-robert-sarah,-adalid-de-los- :

«Lo que en el siglo XX fueron el nazismo, el fascismo y el comunismo lo son hoy las ideologías occidentales sobre la homosexualidad y el aborto, y el fanatismo islámico»

Sarah representa como nadie la paradoja del fundamentalismo religioso: ataca a los fundamentalistas de otras religiones cuando él representa, a nivel occidental, lo más parecido a ellos (persecución de la homosexualidad, prohibición del aborto...). Sarah demuestra que, para el, son tan enemigos los musulmanes como el movimiento LGTBI o el feminismo. Sarah, como Vox, es integrismo ultracatólico. Y, como Vox, piensa que quienes no siguen su ideario decimonónico no son Iglesia (en el caso de Vox, afirman que quienes se oponen a ellos no son España, véase www.meneame.net/m/Artículos/primero-fueron-musulmanes-sabes-significa ).

Por tanto, Vox no se enfrenta a la Iglesia. Se enfrenta a cualquier posición de la Iglesia ajena al ideario ultracatólico acogido por la extrema derecha. Vox quiere una España sometida al ultracatolicismo preconciliar, y por eso considera enemigos a todos los que no comulguen con ello...aunque sean curas (e, incluso, aunque tal discrepancia no sea permanente sino sólo puntual). Y esto no es nuevo. Ved este vídeo, sobre todo a partir del minuto 1:08

Falangistas y guerrilleros de Cristo Rey gritando "Tarancón al paredón". Este cardenal representaba, en los estertores del franquismo, al sector más aperturista y pro democracia de la Iglesia. Estaba amenazado de muerte por ello. Los fascistas le odiaban aún más que a los rojos, porque era alguien que, debiendo ser de los suyos, les había "traicionado".

Por tanto, no hay nada nuevo en que la ultraderecha patria ataque al clero que no asume sus posiciones preconciliares. Lo novedoso, y el súmmum de la desfachatez, es que intenten presentarlo como un acto revolucionario en el marco de la propaganda de un partido que, como muestran sus propuestas políticas ( aquí una pequeña recopilación www.meneame.net/m/Artículos/juan-manuel-prada-vox-disciplina-arcano ) es el más descarado defensor de los privilegios de los poderosos y de la destrucción de los pocos derechos que hoy tiene la clase trabajadora. Aunque, ciertamente, Vox es experto en propaganda tan chapucera que alcanza el absurdo. Hace unos días vi un tweet suyo donde decían que habían logrado dos hitos en la defensa de los españoles que ningún otro partido había alcanzado. Los dos hitos eran pactar con el PP el cierre de un centro de menas y la prohibición del rezo de los musulmanes jumillanos en los espacios públicos. De salarios dignos, reparto de la riqueza, servicios públicos de calidad y pensiones decentes ya hablamos otro día. O mejor nunca.