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#2:
#1 ¿Acaso dice la viñeta algo que no sea cierto? Cuando se critica el contenedor antes que el contenido a lo mejor es porque se pretende desviar la atención sobre el tema en cuestión.
Edito: Y no soy singún defensor de Gara, al igual que tampoco de otros panfletillos que se venden en los quioskos.
Edito: Y no soy singún defensor de Gara, al igual que tampoco de otros panfletillos que se venden en los quioskos.
#18:
El asesinato de Lasa y Zabala es uno de los episodios más espeluznantes habidos en eso que se denomina democracia española, bajo el gobierno del PsoE de F. Gonzalez. Los autores de tales salvajadas no se quedan atrás de aquellos que usaron cámaras de gas y coballas humanas unas décadas antes:
"El Palacio de La Cumbre ubicado en San Sebastián era hace 25 años un edificio propiedad del Ministerio del Interior. Contaba con una garita desde la cual la Guardia Civil vigilaba la zona. Fue el lugar elegido para esconder a Lasa y Zabala mientras entre 16 y 18 miembros de la Guardia Civil les sometían a duros interrogatorios. Entre ellos destacaban el comandante Enrique Rodríguez Galindo, jefe del cuartel de Intxaurrondo, envuelto entonces en la polémica por su supuesta confianza en el método de la tortura; el capitán Ángel Vaquero Hernández; el sargento Enrique Dorado Villalobos, condenado con anterioridad por torturas y robo a a mano armada, además de haber sido acusado de sobornar a un compañero para que callara sus operaciones de contrabando; el guardia Felipe Bayo Leal, a quien también se condenó por robar y torturar; y el gobernador civil de Guipúzcoa, José Julián Elgorriaga Goyeneche. Los cinco únicos condenados. Los cinco que decidieron matar a los jóvenes. Ninguno de ellos sigue en la cárcel.
Lasa y Zabala fueron secuestrados en Baiona por el GAL verde -la Guardia Civil- y retenidos en La Cumbre desde el 16 de octubre de 1983 como posible moneda de cambio ante el secuestro por parte de ETA del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios.
La caja de los truenos sobre lo sucedido la destapó un hombre que recibió la orden de marcar con un rotulador la ubicación de tres habitaciones en el Palacio. Alguien que pasó de refilón acabó convirtiéndose en la llave que abriría las puertas para que, como las fichas de un dominó repentinamente sacudido por una mano temblorosa, fueran cayendo los culpables. Sin embargo, la irrupción del testigo seguía sin satisfacer las expectativas de descubrir quién se encontraba en la cúpula de los GAL. El hombre que empuñó el rotulador para señalar con flechas tres habitaciones no pudo esbozar en el lienzo de los tribunales la famosa X. La identidad del jefe de los "contraterroristas" seguía siendo una incógnita imposible de despejar.
El nombre del testigo era Ángel López Carrillo. Un policía que abrió la puerta de las inculpaciones, pero que la dejó entornada. A través de ella sólo pudieron pasar tenues haces de luz. Para los jueces, sus declaraciones hacían que las bisagras chirriaran porque, en su opinión, no dejaba de ser una persona que había tenido noticia de lo sucedido de segunda mano. Aseguraba que, en compañía de Galindo y Elgorriaga, cuando volvía de visitar a los heridos del atentado de Aretxabaleta, una llamada por radio al vehículo en el que viajaban anunció el inicio de la trama. Esa llamada instaba a Galindo a contactar con la comandancia. Cuando éste volvió al coche, lo hizo con un escueto mensaje: "Dos peces han caído en el anzuelo".
Elgorriaga detalló al policía al día siguiente que los secuestrados eran Lasa y Zabala, y que había ido a visitarlos en compañía de Galindo para interrogarlos. Cuando le fue encomendada la misión de marcar las habitaciones en el Palacio, López Carrillo no vio a nadie, y no pensó en que podrían llevar a Lasa y Zabala. Días después, preguntó a Elgorriaga qué había sido de los dos jóvenes. El gobernador civil le dijo que no preguntara más.
Sin embargo, por muy enredada que pareciera la madeja, se produjo un cambio en las investigaciones que propició que se acabara por tirar del hilo. Ya no se trataba de un testimonio de segunda mano. Ahora era uno de los acusados, Felipe Bayo, quien había decidido hablar. Su deterioro psicológico y el cambio de abogado provocaron que dejara de callarse los detalles. Finalmente, se abrió la puerta del horror vivido en La Cumbre.
LO SUCEDIDO EN LA CUMBRE La bodega y la cámara frigorífica del sótano fueron testigo de las torturas. Las sentencias no hablan de malos tratos, pero sí las autopsias. Lasa y Zabala fueron narcotizados e interrogados hasta la extenuación. Los secuestradores se detuvieron incluso a arrancarles las uñas.
Los jóvenes, que según los informes manejados por la Policía formaban parte del comando Gorki de ETA y habían participado en robos en Tolosa, fueron asesinados el 20 de enero de 1984. Así lo acreditaba una breve llamada presuntamente realizada por los GAL a la Cadena Ser de Alicante. Decían haber ejecutado a Lasa y Zabala. El destino apuntado era Busot, en Alicante. Allí se encontrarían los cuerpos. Y así sucedió.
EL 20 de enero de 1985, un cazador halló, en la alicantina Foya de Coves, restos humanos esparcidos a unos veinte metros de un hoyo en el que yacían los cadáveres de dos hombres jóvenes, desnudos y amordazados. A uno de ellos le habían amputado las piernas. Uno de los cuerpos presentaba un tiro en la cabeza. El otro, dos. Habían sido sepultados con 50 kilos de cal viva en una fosa que ellos mismos tuvieron que cavar. Los habían trasladado al lugar en coche, con los ojos vendados. Los dos, aún con vida.
Los cadáveres no fueron identificados hasta 1995, cuando el jefe de la Policía Judicial alicantina, Jesús García García, a raíz de las noticias ofrecidas en la prensa, pidió retomar la identificación de los cadáveres, que habían sido conservados a la temperatura adecuada durante esos diez años para posteriores exámenes. Las pruebas sirvieron para determinar que se trataba de Joxean Lasa y Joxi Zabala, dos miembros de ETA desaparecidos el 16 de octubre de 1983 en Iparralde; y para dar como seguro que los aparatos del Estado habían decidido pasar a la acción, con los mismos métodos de sus víctimas, para terminar por la vía rápida con el santuario francés de ETA. Fue el bautismo de fuego de los Grupos Antiterrorista de Liberación (GAL), que en su macabro plan acabaron con la vida de 27 personas, unas relacionadas con ETA, otras no.
http://www2.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/10/16/politica/espana-mundo/d16esp21.1392576.php
"El Palacio de La Cumbre ubicado en San Sebastián era hace 25 años un edificio propiedad del Ministerio del Interior. Contaba con una garita desde la cual la Guardia Civil vigilaba la zona. Fue el lugar elegido para esconder a Lasa y Zabala mientras entre 16 y 18 miembros de la Guardia Civil les sometían a duros interrogatorios. Entre ellos destacaban el comandante Enrique Rodríguez Galindo, jefe del cuartel de Intxaurrondo, envuelto entonces en la polémica por su supuesta confianza en el método de la tortura; el capitán Ángel Vaquero Hernández; el sargento Enrique Dorado Villalobos, condenado con anterioridad por torturas y robo a a mano armada, además de haber sido acusado de sobornar a un compañero para que callara sus operaciones de contrabando; el guardia Felipe Bayo Leal, a quien también se condenó por robar y torturar; y el gobernador civil de Guipúzcoa, José Julián Elgorriaga Goyeneche. Los cinco únicos condenados. Los cinco que decidieron matar a los jóvenes. Ninguno de ellos sigue en la cárcel.
Lasa y Zabala fueron secuestrados en Baiona por el GAL verde -la Guardia Civil- y retenidos en La Cumbre desde el 16 de octubre de 1983 como posible moneda de cambio ante el secuestro por parte de ETA del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios.
La caja de los truenos sobre lo sucedido la destapó un hombre que recibió la orden de marcar con un rotulador la ubicación de tres habitaciones en el Palacio. Alguien que pasó de refilón acabó convirtiéndose en la llave que abriría las puertas para que, como las fichas de un dominó repentinamente sacudido por una mano temblorosa, fueran cayendo los culpables. Sin embargo, la irrupción del testigo seguía sin satisfacer las expectativas de descubrir quién se encontraba en la cúpula de los GAL. El hombre que empuñó el rotulador para señalar con flechas tres habitaciones no pudo esbozar en el lienzo de los tribunales la famosa X. La identidad del jefe de los "contraterroristas" seguía siendo una incógnita imposible de despejar.
El nombre del testigo era Ángel López Carrillo. Un policía que abrió la puerta de las inculpaciones, pero que la dejó entornada. A través de ella sólo pudieron pasar tenues haces de luz. Para los jueces, sus declaraciones hacían que las bisagras chirriaran porque, en su opinión, no dejaba de ser una persona que había tenido noticia de lo sucedido de segunda mano. Aseguraba que, en compañía de Galindo y Elgorriaga, cuando volvía de visitar a los heridos del atentado de Aretxabaleta, una llamada por radio al vehículo en el que viajaban anunció el inicio de la trama. Esa llamada instaba a Galindo a contactar con la comandancia. Cuando éste volvió al coche, lo hizo con un escueto mensaje: "Dos peces han caído en el anzuelo".
Elgorriaga detalló al policía al día siguiente que los secuestrados eran Lasa y Zabala, y que había ido a visitarlos en compañía de Galindo para interrogarlos. Cuando le fue encomendada la misión de marcar las habitaciones en el Palacio, López Carrillo no vio a nadie, y no pensó en que podrían llevar a Lasa y Zabala. Días después, preguntó a Elgorriaga qué había sido de los dos jóvenes. El gobernador civil le dijo que no preguntara más.
Sin embargo, por muy enredada que pareciera la madeja, se produjo un cambio en las investigaciones que propició que se acabara por tirar del hilo. Ya no se trataba de un testimonio de segunda mano. Ahora era uno de los acusados, Felipe Bayo, quien había decidido hablar. Su deterioro psicológico y el cambio de abogado provocaron que dejara de callarse los detalles. Finalmente, se abrió la puerta del horror vivido en La Cumbre.
LO SUCEDIDO EN LA CUMBRE La bodega y la cámara frigorífica del sótano fueron testigo de las torturas. Las sentencias no hablan de malos tratos, pero sí las autopsias. Lasa y Zabala fueron narcotizados e interrogados hasta la extenuación. Los secuestradores se detuvieron incluso a arrancarles las uñas.
Los jóvenes, que según los informes manejados por la Policía formaban parte del comando Gorki de ETA y habían participado en robos en Tolosa, fueron asesinados el 20 de enero de 1984. Así lo acreditaba una breve llamada presuntamente realizada por los GAL a la Cadena Ser de Alicante. Decían haber ejecutado a Lasa y Zabala. El destino apuntado era Busot, en Alicante. Allí se encontrarían los cuerpos. Y así sucedió.
EL 20 de enero de 1985, un cazador halló, en la alicantina Foya de Coves, restos humanos esparcidos a unos veinte metros de un hoyo en el que yacían los cadáveres de dos hombres jóvenes, desnudos y amordazados. A uno de ellos le habían amputado las piernas. Uno de los cuerpos presentaba un tiro en la cabeza. El otro, dos. Habían sido sepultados con 50 kilos de cal viva en una fosa que ellos mismos tuvieron que cavar. Los habían trasladado al lugar en coche, con los ojos vendados. Los dos, aún con vida.
Los cadáveres no fueron identificados hasta 1995, cuando el jefe de la Policía Judicial alicantina, Jesús García García, a raíz de las noticias ofrecidas en la prensa, pidió retomar la identificación de los cadáveres, que habían sido conservados a la temperatura adecuada durante esos diez años para posteriores exámenes. Las pruebas sirvieron para determinar que se trataba de Joxean Lasa y Joxi Zabala, dos miembros de ETA desaparecidos el 16 de octubre de 1983 en Iparralde; y para dar como seguro que los aparatos del Estado habían decidido pasar a la acción, con los mismos métodos de sus víctimas, para terminar por la vía rápida con el santuario francés de ETA. Fue el bautismo de fuego de los Grupos Antiterrorista de Liberación (GAL), que en su macabro plan acabaron con la vida de 27 personas, unas relacionadas con ETA, otras no.
http://www2.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/10/16/politica/espana-mundo/d16esp21.1392576.php
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El asesinato de Lasa y Zabala es uno de los episodios más espeluznantes habidos en eso que se denomina democracia española, bajo el gobierno del PsoE de F. Gonzalez. Los autores de tales salvajadas no se quedan atrás de aquellos que usaron cámaras de gas y coballas humanas unas décadas antes:
"El Palacio de La Cumbre ubicado en San Sebastián era hace 25 años un edificio propiedad del Ministerio del Interior. Contaba con una garita desde la cual la Guardia Civil vigilaba la zona. Fue el lugar elegido para esconder a Lasa y Zabala mientras entre 16 y 18 miembros de la Guardia Civil les sometían a duros interrogatorios. Entre ellos destacaban el comandante Enrique Rodríguez Galindo, jefe del cuartel de Intxaurrondo, envuelto entonces en la polémica por su supuesta confianza en el método de la tortura; el capitán Ángel Vaquero Hernández; el sargento Enrique Dorado Villalobos, condenado con anterioridad por torturas y robo a a mano armada, además de haber sido acusado de sobornar a un compañero para que callara sus operaciones de contrabando; el guardia Felipe Bayo Leal, a quien también se condenó por robar y torturar; y el gobernador civil de Guipúzcoa, José Julián Elgorriaga Goyeneche. Los cinco únicos condenados. Los cinco que decidieron matar a los jóvenes. Ninguno de ellos sigue en la cárcel.
Lasa y Zabala fueron secuestrados en Baiona por el GAL verde -la Guardia Civil- y retenidos en La Cumbre desde el 16 de octubre de 1983 como posible moneda de cambio ante el secuestro por parte de ETA del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios.
La caja de los truenos sobre lo sucedido la destapó un hombre que recibió la orden de marcar con un rotulador la ubicación de tres habitaciones en el Palacio. Alguien que pasó de refilón acabó convirtiéndose en la llave que abriría las puertas para que, como las fichas de un dominó repentinamente sacudido por una mano temblorosa, fueran cayendo los culpables. Sin embargo, la irrupción del testigo seguía sin satisfacer las expectativas de descubrir quién se encontraba en la cúpula de los GAL. El hombre que empuñó el rotulador para señalar con flechas tres habitaciones no pudo esbozar en el lienzo de los tribunales la famosa X. La identidad del jefe de los "contraterroristas" seguía siendo una incógnita imposible de despejar.
El nombre del testigo era Ángel López Carrillo. Un policía que abrió la puerta de las inculpaciones, pero que la dejó entornada. A través de ella sólo pudieron pasar tenues haces de luz. Para los jueces, sus declaraciones hacían que las bisagras chirriaran porque, en su opinión, no dejaba de ser una persona que había tenido noticia de lo sucedido de segunda mano. Aseguraba que, en compañía de Galindo y Elgorriaga, cuando volvía de visitar a los heridos del atentado de Aretxabaleta, una llamada por radio al vehículo en el que viajaban anunció el inicio de la trama. Esa llamada instaba a Galindo a contactar con la comandancia. Cuando éste volvió al coche, lo hizo con un escueto mensaje: "Dos peces han caído en el anzuelo".
Elgorriaga detalló al policía al día siguiente que los secuestrados eran Lasa y Zabala, y que había ido a visitarlos en compañía de Galindo para interrogarlos. Cuando le fue encomendada la misión de marcar las habitaciones en el Palacio, López Carrillo no vio a nadie, y no pensó en que podrían llevar a Lasa y Zabala. Días después, preguntó a Elgorriaga qué había sido de los dos jóvenes. El gobernador civil le dijo que no preguntara más.
Sin embargo, por muy enredada que pareciera la madeja, se produjo un cambio en las investigaciones que propició que se acabara por tirar del hilo. Ya no se trataba de un testimonio de segunda mano. Ahora era uno de los acusados, Felipe Bayo, quien había decidido hablar. Su deterioro psicológico y el cambio de abogado provocaron que dejara de callarse los detalles. Finalmente, se abrió la puerta del horror vivido en La Cumbre.
LO SUCEDIDO EN LA CUMBRE La bodega y la cámara frigorífica del sótano fueron testigo de las torturas. Las sentencias no hablan de malos tratos, pero sí las autopsias. Lasa y Zabala fueron narcotizados e interrogados hasta la extenuación. Los secuestradores se detuvieron incluso a arrancarles las uñas.
Los jóvenes, que según los informes manejados por la Policía formaban parte del comando Gorki de ETA y habían participado en robos en Tolosa, fueron asesinados el 20 de enero de 1984. Así lo acreditaba una breve llamada presuntamente realizada por los GAL a la Cadena Ser de Alicante. Decían haber ejecutado a Lasa y Zabala. El destino apuntado era Busot, en Alicante. Allí se encontrarían los cuerpos. Y así sucedió.
EL 20 de enero de 1985, un cazador halló, en la alicantina Foya de Coves, restos humanos esparcidos a unos veinte metros de un hoyo en el que yacían los cadáveres de dos hombres jóvenes, desnudos y amordazados. A uno de ellos le habían amputado las piernas. Uno de los cuerpos presentaba un tiro en la cabeza. El otro, dos. Habían sido sepultados con 50 kilos de cal viva en una fosa que ellos mismos tuvieron que cavar. Los habían trasladado al lugar en coche, con los ojos vendados. Los dos, aún con vida.
Los cadáveres no fueron identificados hasta 1995, cuando el jefe de la Policía Judicial alicantina, Jesús García García, a raíz de las noticias ofrecidas en la prensa, pidió retomar la identificación de los cadáveres, que habían sido conservados a la temperatura adecuada durante esos diez años para posteriores exámenes. Las pruebas sirvieron para determinar que se trataba de Joxean Lasa y Joxi Zabala, dos miembros de ETA desaparecidos el 16 de octubre de 1983 en Iparralde; y para dar como seguro que los aparatos del Estado habían decidido pasar a la acción, con los mismos métodos de sus víctimas, para terminar por la vía rápida con el santuario francés de ETA. Fue el bautismo de fuego de los Grupos Antiterrorista de Liberación (GAL), que en su macabro plan acabaron con la vida de 27 personas, unas relacionadas con ETA, otras no.
http://www2.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/10/16/politica/espana-mundo/d16esp21.1392576.php
#19 No se si lo entiendes o no, pero vamos, que no me voy a entretener demasiado en explicarte que el dedo sería gara y la luna la denuncia de la injusticia española. Si te dá como para entender eso, bien, si no no me merece la pena perder más tiempo contigo.
Por otra parte, si te gusta escribir cosas sin sentido me parece muy bien, pero entiende que alguien intente extraerle un significado a lo que dices, ya que el lenguaje sirve para explicar cosas y comunicarse con los demás, no para despistar al personal escribiendo cosas que ni para tí tengan sentido.
Nobstante, para darle una vuelta más de tuerca, las churras y las merinas si tienen relacción entre ellas, no dejan de ser ovejas.
Ya lo he leido, incluso puedes comprobar que le voté positivo, y como bien demuestra, el tío está en la calle, como todos sus compinches y los políticos cómplices que financiaron y aprobaron todo eso.
Son hechos.
Gracias, #18. Aver si más de alguno aprende algo.
#18 El (gu etarrak) Gara deberia comparar a Lasa y Zabala (Gudaris como los suicidas del Islam, adorados por descerebrados) con Galindo y el cadáver del capitán Martín y para intentar ser al menos una pizca objetivos, que nunca lo han sido, centrarse solo en aquel momento.
Al burrondika ese le pasa por juntarse con gentuza. Solo son etarras los que se juntan con proetarras, hablan como proetarras y "piensan" como proetarras. Luego los proetarras no tienen ideas propias, se las inculcan.
Lo que le molesta al (gu etarrak) Gara es que no quiere que los encarcelen para que sigan destrozando un pais que pretenden salvar (como la mafia, pagame por tu proteccion y si no...) e intentara justificar lo que sea, igual pero exactamente igual que los meneantes proetarras.
Ultimamente estoy leyendo el (gu etarrak) Gara, la pagina 2 y 3 siempre es tergiversacion para dar caña (como ETA manda), vaya panda de descerebrados, asi tienen algunos las ideas. Las risas que nos echamos leyendo la sarta de estupideces dirigidas a adoslecentes sin cerebro.
Vale que gara no sea exactamente ETA, pero no porque no quiera sino por la represion, vale que los meneantes proetarras no sean etarras pero no porque no quieran sino por la represion de la policia: que malos los policias que no les dejan matar a quien quieran.
PD: ¡Ascazo! y cia os quedan dos telediarios para ser el hazmereir del Pais Vasco.
#24 Para que veas lo tontito que eres, no leo practicamente nunca el Gara.
Por cierto, vaya odio que tienes en cada palabra que escribes.
#10 Me autocorrijo. Tras googlear un rato, veo que al final sí le dieron el tercer grado. Vamos, que está cumpliendo condena, pero ésta consiste en volver a su casa a dormir y poco más
Faltan datos. El señor (por favor, entiéndase "señor" como un eufemismo) de la derecha no fue excarcelado por cumplir la condena, sino por problemas de salud (tiene unos 70 años y lo sacaron de la cárcel cuando fue operado del corazón). Y tampoco es que esté libre, sino en arresto domiciliario (de hecho, si no han cambiado las cosas ultimamente, no tiene ni el tercer grado)
Si la información del párrafo anterior se ha quedado antigua, por favor, acepto correcciones
#2 ¿Acaso he dicho yo algo de la viñeta?
#4 Ya sabes lo que dicen: Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
http://elhistorias.com/wp-content/uploads/2008/08/juana-chaos.jpg
#16 Churras |= merinas.
Lee a #10 y #13 y adquiere algo de conocimiento. Lo necesitas.
Son dichos.
#10 muchos presos estan muriendose literalmente en la carcel con enfermedade por las que deberian haber salido hace años de la carcel y no se les aplica el tercer grado. He buscado un link donde se liste la info pero no he podido encontrar nada, aun asi te aseguro por conocimiento personal de gente de mi pueblo que si los hay y muchos.
Yo me pregunto: ¿Así pretende un Estado democrático dar ejemplo? Lo he dicho muchas veces, si los mismos políticos que condenan atentados de forma rotunda dicen luego que "ojalá se apliquen todos lo beneficios penales" a gente que ha cometido terrorismo de Estado, es normal que luego se hable de una justicia injusta y completamente desequilibrada.
#6 Tan sabios como el país, el mundo o cualquier diario nacionalista español. Sacan lo que les interesa, como todos.
Lo interesante de la viñeta es lo que la viñeta denuncia en sí, la injustica de la "justicia" española, no quienes lo envían.
Solo 4 años en la cárcel Galindo??? Algo no funciona bien.
#11 "¿Acaso he dicho yo algo de la viñeta?"
Ese es precisamente el tema, que desvías la anteción de la viñeta o noticia hablando del medio (criticable como otro cualquiera, pero en un meneo que hable acerca del medio en sí) en vez de hablar del tema que aporta.
"Ya sabes lo que dicen: Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón."
Espera...¿Estás escusando el que te desvíes de la noticia para criticar al medio porque lo consideras terrorista o estás justificando el terrorismo de estado?
#16 Churras |= merinas.
Otra relacionada con las grandes maravillas de la democracia española: http://www.izaronews.info/2009/10/el-juez-velasco-sienta-en-el-banquillo-a-otegi-permach-y-joseba-alvarez-por-el-mitin-de-anoeta-de-20.html
Edit.
#5: Claro, un Comité de Sabios estos de gara.
Puta gara. Puta ETA. Gara y ETA son la misma puta mierda.
#1 ¿Acaso dice la viñeta algo que no sea cierto? Cuando se critica el contenedor antes que el contenido a lo mejor es porque se pretende desviar la atención sobre el tema en cuestión.
Edito: Y no soy singún defensor de Gara, al igual que tampoco de otros panfletillos que se venden en los quioskos.
#1 Teta, caca, culo, pedo, pis. A esa misma altura está tu comentario.
#2 Ya sabes lo que dicen: "Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo".
#2 ¿Acaso he dicho yo algo de la viñeta?
#4 Ya sabes lo que dicen: Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
#1 que pena...
la viñeta, genial.
#1 ¿Por qué intentas censurarlos cuando hacen justo lo que la sociedad quieren que hagan? que no es otra cosa que defender su posición através de la palabra.
#14 No los censuro, los califico.
#1 #11 #12 #15 #17 #19 Enhorabuena, has demostrado que tu edad mental y tu cociente intelectual están a una altura inalcanzable para los demás, podrás votar negativo a todos mis comentarios, digan lo que digan y sean del tema que sean, pero ya sé con qué tipo de persona he topado. Penica me das.
#22 Pues es mutua.