El Ministerio de Medio Ambiente está hastiado, al igual que los alcaldes del Maresme y el Empordà, de ver cómo prácticamente cada año algún temporal se lleva por delante miles de metros cúbicos de arena de las playas -y, por tanto, los millones de euros invertidos en la regeneración de las zonas de baño-. Por esta circunstancia, «está estudiando fórmulas» que impidan este dislate, explicaron ayer a este diario fuentes del departamento.