La religión desde siempre ha generado discrepancias. Ya lo dijo Marx hace tiempo: "la religión es el opio de los pueblos". A lo que Savater agregó: “La religión puede ser también la cocaína de los pueblos. Definitivamente, es una droga dura”. En su libro, "La vida eterna", este genial filósofo español aborda la problemática de la religión con la sinceridad e inteligencia que lo caracterizan.
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