Un informe oficial publicado ayer revela que al menos 90 pacientes de tres hospitales británicos murieron por problemas de higiene. Las muertes se produjeron por tres brotes de infecciones provocadas por la bacteria Clostriudium difficile que afectaron a 1.500 pacientes entre abril de 2004 y septiembre de 2006. Las enfermeras estaban "demasiado ocupadas" como para perder el tiempo en lavarse las manos y cumplir las normas de higiene en vigor en el centro.
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