Ángel Toribio enseñó a su hijo "a ser útil a la sociedad y a ganarse la nómina". Juan Carlos decidió seguir sus pasos y consejos en la Guardia Civil, el cuerpo que ahora le expedienta por intentar salvar vidas. Ángel tiene ahora 72 años y un buen puñado de ellos los ha pasado a la grupa de una motocicleta de la Guardia Civil de Tráfico, patrullando las carreteras. Ha visto demasiados muertos, y no puede borrar de su cabeza algunos accidentes. "Volcó un coche y la cabeza de una señora salió por la ventanilla".
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