Que las compañías inmobiliarias presenten altos niveles de enduedamiento no es ninguna novedad, apalancar sus balances es necesario para obtener mayor rentabilidad a las promociones. El problema reside cuando el escenario cambia, y los activos que soportan dichos balances (terrenos, inmuebles) se tornan más iliquidos por la paralización de la actividad en el sector del ladrillo
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