Ni trajes, ni bolsos Louis Vuitton. Ni siquiera el clásico jamón. Lo máximo que los políticos de Balears reconocen haber aceptado en función de sus cargos son los típicos regalos de cortesía: productos gastronómicos, vinos y cava en navidades, libros y alguna litografía. Todos aseguran que los obsequios que en realidad son para la institución a la que representan, aunque se los entreguen a ellos, se quedan en la propia institución, así como libros y otros detalles, salvo que estén dedicados específicamente. "Es evidente que...
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