Alfonso Barbieri, el artista plástico y músico al que un grupo de fundamentalistas católicos le destrozó una muestra el 6 de junio pasado, se encontró ayer por la mañana con que le quisieron quemar la puerta de su casa, en Córdoba (Argentina). En España el año pasado pusieron una bomba contra el teatro Alfil de Madrid y anualmente se reúnen para apedrear clínicas donde se realizan abortos legales. Eso si: con devoción y amor a dios, naturalmente.
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