Investigadores de la Universidad de Rochester han descubierto que la inyección en ratas del colorante azul utilizado en Gatorade o en los M&M's reduce la inflamación secundaria que se produce en la médula espinal tras un traumatismo y que es responsable de más daños permanentes que el traumatismo en sí. Las ratas tratadas así han podido volver a dar pasos torpes en semanas, aunque no caminar. El tratamiento no tiene efectos secundarios tóxicos, el único efecto secundario visible es que tiñe de azul la piel y los ojos (ver foto)
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